La Constancia se cae

alones en los que las lámparas se esconden entre puntales, techos de dormitorios que se caen y armarios que ni se pueden abrir porque te lo impide un particular ‘varal’ que se ha convertido en el peor intruso de la casa. El primer escrito en el que los vecinos de La Constancia solicitaban la rehabilitación de sus viviendas es de 1984. Desde ese año, la lucha por la intervención integral de la barriada ha ido en aumento, consiguiendo importantes acuerdos con resultados que muy poco a poco se ven en la zona. Pero esta batalla vecinal, a pesar de los años, sigue en su punto más ‘caliente’, ya que según dice la asociación, la Junta de Andalucía y la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) “tienen informes técnicos de la dirección facultativa que avalan la grave patología estructural en la que se encuentra el barrio, entendiendo la urgencia de su rehabilitación”.

A menos de una semana de cumplir el tercer aniversario del derrumbe de la vivienda del presidente vecinal, Paco Flores, la asociación vuelve a la carga y exige a la Administración “que cumpla” el convenio firmado el 19 de octubre de 2009 en el que se aprueba la rehabilitación de 36 comunidades. En dicho documento se aprobó la actuación en 36 bloques de la barriada con una financiación a cargo de la Junta de Andalucía, en un 75%, y aportando el Ayuntamiento el 25% restante, ascendiendo el presupuesto a los 6 millones de euros. Estas obras aún sin completar –de hecho sólo hay tres comunidades que están terminadas– son las que aún reclaman estos vecinos y por las que de nuevo se han puesto en pie de guerra. “Se detectan unas condiciones enormemente preocupantes, que algunas han implicado derrumbe y apuntalamiento. He sufrido un calvario, pero no me ha preocupado porque he luchado por mis vecinos”, declara Flores.

La incertidumbre del futuro de la barriada viene por un esperado convenio que se ha comprometido a firmar el delegado provincial de Obras Públicas, Pablo Lorenzo. “Queremos creer en su palabra, porque si la incumple la que le puede caer es menuda”, añade el líder vecinal. Dicho acuerdo supondría la rehabilitación de otras 94 viviendas en un periodo de ejecución de cuatro años, con financiación del Estado, la Junta y el Ayuntamiento, y con una inversión inicial que supera el millón y medio de euros. Aquí viene el problema, o mejor dicho, la duda de los afectados. “Nunca permitiremos que el convenio que en su día se consideró un hito (octubre de 2009) se derogue. El nuevo documento entendemos que es un complemento al anterior, nunca un sustituto”, remarca Flores, quien añade que “nosotros somos conscientes que el Ayuntamiento no tiene ni una peseta, pero hemos conseguido que la empresa se haga cargo de la parte que corresponde al gobierno local. De donde saque el dinero el Consistorio no es problema de la Junta. Y que aquí quede constancia que el gobierno local está cumpliendo con nosotros”.

Pero el problema de La Constancia no es solamente estructural. Hay familias con vivienda apuntaladas desde años, levantándose día a día con una sensación de inseguridad que les desborda y por ello, desde la asociación que encabeza Paco Flores“tiraremos bocao si hace falta para conseguir unas viviendas dignas. Estos pisos son infraviviendas. Aquí no es adecentar, ni pintar. La Constancia se está cayendo y no lo digo yo, lo dicen los informes de la Administración”. Temen la llegada de las lluvias ante la situación “límite” de estas comunidades de vecinos y desde la asociación denuncian que los responsables de iniciar las obras “conocen perfectamente cuál es la circunstancia en la que nos encontramos. El día, que Dios no lo quiera, que se produzca un accidente, veremos quiénes asumen la responsabilidad”.