Críticas a la 'ratonera' que provocan los autobuses en Honda y calle Arcos
Comerciantes y usuarios lamentan el colapso de la zona y la concentración de gases y humos
Las obras de la plaza de Las Angustias han obligado a modificar el 'escenario' del centro. Las paradas de autobuses fueron trasladadas y esto ha generado un sinfín de críticas por parte de los usuarios, en su mayor parte personas mayores que denuncian que la intersección de las calles Arcos-Honda-Medina-Cerrón se ha convertido "en una gatera".
Buena prueba de ello es que multitud de conductores han padecido los atascos que se han originado en este céntrico enclave después de que los autobuses hayan copado buena parte de las calles y sus usuarios y peatones las aceras.
Desde la Freiduría de la calle Arcos, Antonio Boina confirma la intensa actividad que hay en la calle desde el pasado 8 de enero, fecha en la que la actividad del centro comenzó a verse resentida por las obras de la plaza de Las Angustias. "Hay que reconocer que al adaptarse la calle Arcos como terminal de autobuses las aceras están absolutamente atestadas y apenas se puede andar por ellas". La zona común para los peatones se ha quedado pequeña lo que provoca casos en los que "hay gente que está a unos metros del autobús que quiere coger y es incapaz de superar la cola que tiene por delante para subirse en otro".
A todo ello se une el hecho de que "las aceras de la zona están mal, muy mal. Y más que lo van a estar tras todo este ajetreo", indica Isabel, dependienta del conocido kiosco de Rafael en la calle Arcos. La céntrica calle, 'emblema' del barrio de La Albarizuela, tampoco va a vivir sus mejores momentos porque "tanto tráfico pesado ya está dejando sus secuelas en el adoquinado", señala esta comerciante.
Pero es que los comerciantes, vecinos y usuarios se quejan de otro factor, en este caso con un matiz más medioambiental. "Se trata de los gases de escape de los autobuses. Dicen que van a renovar unos cuantos y la verdad es que deberían cambiarlos todos de una tacada". Y es que cuando los autobuses están al ralentí los gases que salen por sus tubos de escape (a veces hasta directamente del motor) provocan una atmósfera tan insana como irrespirable, la cual padecen tanto quienes hacen cola como quienes tienen allí sus negocios pues "el humo se cuela dentro y es bastante irrespirable. ¡Que los cambien todos (los autobuses) de una vez!", destaca esta jerezana.
El problema, según apuntan quienes lo conocen de primera mano y de a diario, se produce sobre todo por las mañanas. Por las tardes la actividad del centro disminuye sensiblemente, lo que provoca que las escenas de agobio que se producen en Arcos y Honda no sean tan numerosas.
Lo cierto es que la parada de la calle Honda se puede considerar un absoluto despropósito. Otro comerciante de la zona asegura a este medio que "si el conductor está fino y se pega bien a la derecha deja sitio como para que los coches le adelanten con cuidado, pero si no lo está las colas se hacen eternas". A ello añade un detalle: "si pega bien el autobús la calle prácticamente se queda sin acera y la gente, lógicamente, se agobia porque se queda sin espacio 'vital".
Francisco Camas, delegado de Movilidad, pidió paciencia a la población y destacó que las obras marchan con una semana de antelación. Igualmente se mostró absolutamente seguro de que los trabajos de Las Angustias dejarán una ciudad mejor, así como que ha habido que adoptar medidas para paliar en la medida de lo posible las consecuencias del corte.
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