La controvertida explotación del trazado de velocidad

Dorna presionó con la remodelación del circuito para seguir gestionándolo

  • Aceptó la ejecución de las obras acometidas entre 2001 y 2003 a cambio de que se ampliara el contrato a Gestión Circuito de Jerez hasta 2006. Pedro Pacheco lo renovó hasta 2011

Con 500.000 de las antiguas pesetas de capital (3.005 euros), Gestión Circuito de Jerez SL, la sociedad que durante 15 años explotó el trazado de velocidad, se constituyó un 14 marzo de 1996. 18 días después, logró cumplir con su objeto social con el acuerdo entre su "representante legal", Carmelo Ezpeleta-que ya era el hombre que movía los hilos en el Campeonato del Mundo de Motociclismo a través de la empresa Dorna Sports SL- y el ex alcalde Pedro Pacheco para el "derecho de gestión y explotación integral" del trazado, un contrato que le dio vía libre a hacer y deshacer en estas instalaciones municipales. No en vano, en una de sus estipulaciones se recogía que la concesionaria tenía "absoluta libertad y discrecionalidad" para tratar de "obtener el mayor aprovechamiento y rentabilidad del mismo y procurando que su gestión redunde siempre en beneficio del circuito y de la ciudad de Jerez". En el acuerdo, el nombre de José Ramón García Pérez solo aparecía dentro del listado del personal de Cirjesa, la empresa pública propietaria del circuito, que pasaba a Gestión Circuito de Jerez SL, con la categoría de director. Junto a él, estaban los otros 16 trabajadores entre personal de oficinas, del departamento de seguridad y de mantenimiento. Sin embargo, García Pérez era el administrador único de la sociedad explotadora del servicio -Ezpeleta no fue inscrito como apoderado de la firma hasta 1999-.

De este modo, Cirjesa traspasaba el trazado hasta el 31 de diciembre de 2004. Sin embargo, tres años antes de que finalizara el contrato, el ex alcalde y Gestión Circuito ya hablaban de renovar la explotación, aunque condicionándola a las obras de remodelación que había que ejecutar en las instalaciones. Finalmente, las partes prorrogaron la concesión hasta 2011, un acuerdo que se rubricó un 27 de marzo de 2003, justo dos días después de que el ex regidor firmase con Carmelo Ezpeleta el mantenimiento del Gran Premio hasta, precisamente, 2011 y apenas dos meses antes de que el andalucista perdiera las elecciones.

El acuerdo de 1996 incluía una estipulación que preveía la posibilidad de prorrogar el contrato más allá de 2003 "año a año" mientas las partes no expresaran su deseo de darlo por finalizado. Sin embargo, no se recurrió a esta posibilidad sino que se reformó ampliándolo durante otros ocho años. Sin embargo, en esta negociación jugó un papel muy importante las obras de remodelación integral que en esos años se hicieron en el circuito.

La Federación Internacional de Motociclismo (FIM) llevaba desde finales de los noventa reclamando mejoras en el trazado. La fecha tope era 2001 ya que en ese año entraban en vigor nuevos condicionantes para los circuitos que albergaran pruebas del campeonato del mundo. En octubre de 2000, el presidente de la Federación Española, Juan Álvarez, que con posterioridad pasó a ser directivo de las instalaciones jerezanas, le daba un ultimátum al entonces alcalde. En una carta remitida en octubre de 2000 le advertía: "Como vd. sabe [a Pacheco], pasado el Gran Premio de España de 2001 será necesaria una nueva homologación para los próximos años. Esta federación se verá sin argumentos que esgrimir ante los inspectores de la FIM si no se llevan a cabo estos trabajos". Tras esto, el gobierno local se puso las pilas para adecentar su joya de la corona. El 2 de febrero de 2001, Pacheco le remitió una carta a Gestión Circuito de Jerez donde le comunicaba, tal y como estipulaba el contrato firmado en 1996, el inminente inicio de unas obras de remodelación cuyo presupuesto final rondó los 38 millones de euros (fue la actuación donde, entre otras nuevas infraestructuras, se construyó el 'ovni' de la recta de meta).

La misiva tuvo su respuesta seis días más tarde de mano de Ezpeleta. En ella la sociedad daba el "visto bueno" a la remodelación siempre y cuando, y tal y como le había comunicado "verbalmente" en una reunión previa, se modificara sustancialmente el contrato de explotación del circuito. Para empezar, el gurú del motociclismo exigía que Gestión Circuito de Velocidad siguiera explotando el trazado hasta 2006, fecha en la que expiraba el contrato con Two Wheel Promotions LTD, la sociedad instrumental de Dorna Sports que tiene los derechos del mundial de motociclismo. Además, la empresa explotadora abonaría unos 75 millones de pesetas (unos 450.000 euros) a Cirjesa en concepto de "ayudar" a la financiación del Gran Premio, una cláusula que eliminaba la vigente desde 1996 que regulaba la contraprestación económica. Hasta entonces, solo tenía que abonar esta cantidad por los ingresos generados por las entradas vendidas durante el Gran Premio. Precisamente, ahora Fiscalía y Agencia Tributaria están investigando si son ciertos los ingresos declarados por la compañía o bien se redujeron para evitar tributar más. La carta de Ezpeleta culminaba pidiéndole a Pacheco que la firmara en caso de conformidad, suponiendo de facto la prórroga y la modificación del contrato; Pacheco la rubricó.

El 25 de marzo de 2003, Dorna y Cirjesa acordaban la continuación del Gran Premio hasta 2011 y dos días más tarde se ampliaba hasta ese mismo año la cesión del trazado a Gestión Circuito de Jerez SL. Al acuerdo se le hacía una serie de modificaciones como el incremento de la aportación monetaria de la gestora pasando a ser de 541.704,23 euros anuales, un traspaso que se estipulaba como "canon anual por la cesión de los derechos" de las instalaciones. Eso sí, se establecía que Gestión quedaría exonerada de abonarla si, por cualquier motivo, dejara de celebrarse el Gran Premio. En cambio, la deuda de la concesionaria con Cirjesa fue aumentando en sucesivos años a la vez que también lo hacían los pagos pendientes de la empresa municipal con Gestión por unas obras que, teóricamente, ejecutaba para mantener el circuito. Curiosamente, a la finalización del contrato en 2011, las cuantías que se adeudaban una y otra parte eran muy similares por lo que se compensaron. El nuevo acuerdo incluía también fórmulas de indemnización a Gestión durante el periodo que estuvo en obras el circuito, aunque el Gran Premio no llegó a interrumpirse en ninguna edición.

En 2011, el acuerdo contemplaba la posibilidad de prorrogarlo siempre y cuando ambas partes estuvieran dispuestas. Por entonces, ya gobernaba el PP que decidió darle la gestión durante seis meses a Velocidad C Jerez SL, que también estaba controlada por José Ramón García.

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