La Ermita de Guía rompe su 'impasse'
Vivienda y patrimonio
Tras una década entre obras y polémicas, el entorno del templo se encamina hacia el desbloqueo gracias a la intervención de nuevos actores y la entrada de nuevos vecinos.
Esa ermita del siglo XVII nació como afueras de Jerez. Y por más que ha crecido la ciudad, hoy el entorno de Cuatro Caminos y la Fuente de la Alcubilla sigue estando a un paso de las vías que unen la ciudad con la Bahía. A los pies de la Ermita de Guía, fundada por los agustinos, se encuentran aguas subterráneas y una antigua calzada de Guía, que data del siglo XVI y que fue descubierta cuando en el alrededor próximo del templo se proyectaron tres mastodónticos bloques de pisos de diez plantas cada uno. Esta polémica noticia que se conoció a inicios de 2008, pareja en el tiempo al 'crack' inmobiliario, enfadó aún más a los defensores del patrimonio histórico. Ya venían quemados por el propio desarrollo del proyecto. Desde hacía años se venía barajando la construcción de un parque que rodeara la Ermita de Guía. Pero la promotora inmobiliaria Osuna se llevó el gato al agua y consiguió sacar adelante la urbanización 'Puertas de la Ermita'.
Y para colmo, como última afrenta, el proyecto no se culminó por las constricciones económicas sobrevenidas en aquel tiempo a un sector del ladrillo dopado, montado en el optimismo de la burbuja y del crédito fácil de las familias. Sólo uno de los tres bloques pudo ser ocupado por los primeros propietarios, pero los otros dos no son hoy más que una estructura sin reflejos de vivienda. Entre las muchas imágenes icónicas del declive de la industria a nadie pasaría desapercibido el triste estado que se mantiene más de un lustro después en Cuatro Caminos, que a fin de cuentas es la entrada más común hacia el centro de la ciudad desde una parte importante de la provincia.
Sin embargo, en los últimos tiempos Osuna se ha desprendido de este proyecto y lo ha dejado en manos de una empresa que desembarca en la urbanización para que se le dé forma a esos dos grandes esqueletos que necesitan de inquilinos. Por no tener, no tienen ni paredes interiores. Eso sí, será un trabajo avanzado en cuanto al forjado se refiere, porque la estructura se encuentra terminada. Para los vecinos del bloque que ya está terminado será una buena noticia. "Se nos meterá el polvo dentro de casa, pero esto ganará vida", explica una propietaria. "Hasta hace un par de años, aquí estábamos viviendo cuatro o cinco familias de las casi cuarenta puertas del bloque. La comunidad de vecinos pertenecía al 90% a Osuna, que pagó sin problemas las derramas para que los pocos que estábamos pudiéramos afrontar el mantenimiento de zonas comunes como iluminación, limpieza o ascensor", remacha su marido.
Entre 2011, cuando entraron a vivir los primeros, y la situación actual, las cosas han cambiado mucho. "Al llegar nosotros, en 2012, entraron a robar en otra vivienda, a las nueve de la mañana, a plena luz del día. Los ladrones se vistieron de operarios. Por entonces mi hija tenía unos 3 años y yo tenía miedo. Ahora está casi todo el bloque lleno", continúa la propietaria. "Si es verdad que ahora entra otra constructora a rematar los dos bloques vacíos, sólo esperamos que hagan las cosas bien", remacha él.
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