Los jóvenes que estaban sentados en la terraza del bar Baretto, en La Constancia, y se vieron 'sorprendidos' por varias ramas que se cayeron de un árbol, aún estaban ayer con el susto en el cuerpo. En la madrugada del domingo, en torno a las 0,45 horas, el toldo del establecimiento se rajó por el peso de las ramas, hiriendo a estos cuatro jóvenes que se encontraban en el bar. José Javier Santos García fue el que se llevó la peor parte, ya que las ramas le cayeron en la cara y en la espalda.

"Escuchamos como un chaparrón fuerte sobre el toldo. No nos dio tiempo a reaccionar, me golpeó una primera rama en la espalda y después me quedé atrapado. Vi a mis primos, pero no a mi novia, me asusté muchísimo", recuerda Santos. Cuando encontró a su pareja fue consciente de que estaba manchado de sangre. "Nunca había visto tanta sangre. La camisa, los pantalones, los zapatos, el reloj, el móvil..., todo. Me empecé a marear y me tumbaron porque la vista se me nubló", señala el herido, quien quiere agradecer a los que le atendieron justo después del accidente porque "me ofrecieron una gran ayuda. Había un chico, creo que era enfermero o eso recuerdo, que me curó la herida de la cabeza. No le pude dar las gracias, así que aquí quedan".

Alicia Elena Benítez, novia de José Javier, también tuvo que recibir atención sanitaria por arañazos y dolor en el cuello. La joven recuerda que "estábamos en la mesa y comenzamos a escuchar el mismo ruido que cuando la lluvia aprieta fuerte. Nos miramos y en cuestión de segundos empezaron a caernos ramas, una de ellas, enorme". Benítez detalla que "llegamos a estar cuatro centímetros más adelantados, y la rama grande nos abre la cabeza. Fue impresionante". Junto a Alicia y José Javier también se encontraban dos primos de éste, que también precisaron atención sanitaria por arañazos, sobre todo, en la espalda.

A Lola García, madre de José Javier, aún le tiembla la voz al recordar lo ocurrido. Se encontraba en su casa cuando, alertada por el ruido, vio cómo la rama estaba sobre las mesas del bar donde se encontraba su hijo. "Bajé corriendo, no sé ni cómo lo hice con tanto nervio, y me lo encontré tirado en el suelo. Esto no ha sido un susto, no, ha sido lo siguiente. Me duele todo el cuerpo todavía de la tensión que viví en esas horas y mi hijo está muy dolorido", cuenta Lola.

Precisamente ayer al mediodía tuvieron que volver a ir al hospital por el dolor que padecía el joven en la espalda y una crisis de ansiedad que sufrió Lola. Por ahora la familia no sabe si denunciará al Ayuntamiento por el incidente, "nosotros no sabemos nada sobre estas cosas. Mi madre va a hablar con un abogado para ver qué se hace", declara José Javier, quien añade además que "la delegada de Medio Ambiente vino a verme y ha sido muy buena persona conmigo. Me dio ánimos, pero lo más importante es que se están cortando ya las ramas para que no vuelva a ocurrir nada de esto".

Así es. Un día después del desprendimiento de las ramas en la calle Manuel Rodríguez 'Manolete', que hirió a estos jóvenes vecinos del barrio, la Delegación de Medio Ambiente dio comienzo a las labores de poda de arbolado en La Constancia. Estos trabajos, "que estaban previstos para esta semana tras la visita técnica realizada la semana pasada a la barriada", se iniciaron precisamente en la calle en la que se produjo el accidente, y continuarán a partir de hoy en las vías en las que es necesario el apoyo de la Policía Local para la retirada de vehículos.

La delegada de Medio Ambiente, Felisa Rosado, quiso hacer hincapié ayer que "la poda que ha comenzado ya estaba prevista, por lo que ya se habían instalado desde la semana pasada los carteles para evitar el aparcamiento de vehículos en las calles que se incluyen en esta actuación". Asimismo, añadió que la delegación que dirige había mantenido "contactos en los últimos días con los vecinos de La Constancia para informarles de esta actuación programada. De esta forma, el pasado 4 de agosto, técnicos de la delegación visitaron la barriada a fin de organizar el plan de trabajo necesario para la poda".