Filipinas tiene sed de brandy de Jerez
El embajador español en la antigua colonia anima a las bodegas a apostar por el espirituoso de gama alta, para el que ve mucho futuro en el país · El diplomático también subraya el creciente interés por el vino
Filipinas es portadora de la llave para un crecimiento exponencial de las ventas de Brandy de Jerez, que tiene en el país asiático a su segundo mercado por detrás de España. Con una media anual de diez millones de botellas comercializadas en la última década, el espirituoso jerezano es el líder entre las bebidas de importación. Sin embargo, sólo una de cada diez botellas de brandy que se consumen en el país tiene el sello de la Denominación de Origen jerezana, sujeto a la discriminación fiscal que favorece a la industrial local del espirituoso.
La llave que abre la puerta de futuro es un cambio de fiscalidad que ponga fin a esta discriminación que, entre otros, sufren los destilados europeos, entre ellos el Brandy de Jerez, gravado con un impuesto que oscila entre el 1.000 y el 4.000%, y que según los cálculos de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), supone unas pérdidas anuales al sector de unos 35 millones de euros.
Detrás de esa puerta hay una población de cien millones de filipinos, que según un informe de la ONU (Organización de Naciones Unidas), a finales de siglo alcanzará los 178 millones de habitantes que lo convertirían en el noveno país más poblado del mundo. Pero Filipinas también es la puerta de entrada al sureste asiático, zona con muy buenas perspectivas económicas, según apunta Jorge Domecq, embajador español en la antigua colonia española y jerezano de nacimiento.
El diplomático español cree que la solución puede estar mucho más cerca de lo que se piensa, pues aunque en el plazo máximo de dos años se resolverá definitivamente el panel (reclamación) por el que la Organización Mundial del Comercio declaró el pasado mes de agosto "ilegal" la discriminación vía impuestos de los licores importados de Europa y Estados Unidos, decisión apelada por el Gobierno filipino, el Ejecutivo del país quiere ahora aumentar las tasas sobre el tabaco y el alcohol, reforma fiscal que "es muy probable que acabe con la cuestión de la fiscalidad del Brandy de Jerez".
Por las conversaciones y reuniones mantenidas con responsables gubernamentales del país, y pese a las presiones del lobby de los elaboradores de bebidas locales, el embajador español tiene buenas vibraciones sobre el futuro del Brandy de Jerez, optimismo que hace extensible al vino de Jerez.
"Recomendaría especialmente a las bodegas de Jerez concentrarse en el brandy de gama alta, el solera (gran) reserva, porque va a ser el negocio a largo plazo en Filpinas", aconseja Domecq, quien en relación al vino de Jerez subraya que aunque "desgraciadamente, no es muy conocido, sí hay muchos importadores, y no hay que olvidar que Filipinas fue colonia española durante más de 350 años y todo lo que es vino español, en general, empieza a introducirse de nuevo, sobre todo el vino de calidad". "Allí son muy competitivos los vinos neozelandeses, australianos e incluso chilenos, pero veo un creciente interés hacia el vino español, hacia todo lo español, en general", apostilla.
El diplomático jerezano recuerda además que Filipinas cuenta con otras ventajas, a saber: el hecho de ser una democracia y que es un "plus" sobre otros países asiáticos como China, que "tiene todavía que resolver una serie de problemas sociales y políticos que más adelante pueden hacer que su crecimiento económico no sea tan exponencial como actualmente"; y su proyección, avalada por un crecimiento económico el pasado año del 8% y del 4% en el actual, que refuerza su idea de que sea un mercado de futuro para el Brandy y el vino de Jerez.
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