La dirección de Holcim (LafargeHolcim) ha comunicado este martes al comité de empresa su intención de iniciar un periodo de consultas en el marco de un proceso de despido colectivo (ERE) que afectará a parte de su plantilla en Jerez, integrada en la actualidad por 80 trabajadores.

El anuncio, en plena crisis sanitaria, ha cogido por sorpresa a los empleados de la cementera, que la compañía quiere transformar en estación de molienda para seguir atendiendo al mercado de la región, lo que según la representación sindical representaría una reducción del 75% de la actividad actual.

Holcim esgrime que dicha transformación resulta “imprescindible” para garantizar el futuro de la fábrica de Jerez, al tiempo que alega causas productivas y organizativas para la presentación del Expediente de Regulación de Empleo que, según indica en una nota, responde a un “exceso de capacidad industrial debido a la caída de las exportaciones, tanto en volumen como en precio, y a la reducción de emisión de CO2 conforme a la nueva normativa europea”.

Con esta comunicación, la compañía inicia las negociaciones en el marco de un proceso de despido colectivo en su fábrica de Jerez, señala Holcim en un comunicado, en el que el director general de la multinacional en España, Isidoro Miranda, manifiesta la “voluntad de la compañía de trabajar con los interlocutores sociales para llegar a un acuerdo que permita la continuidad de nuestra actividad en la localidad de Jerez”.

Hasta el inicio del periodo de consultas no se conocerán más detalles del plan de racionalización y transformación de la fábrica jerezana, así como del número de trabajadores que se verán afectados por los despidos. El anuncio supone un mazazo para una plantilla que ha acordado en asamblea el inicio de movilizaciones, que según el presidente del comité de empresa, Juan Alonso, comenzarán en los próximos días por concentraciones en la fábrica en los descansos del personal, para ir de menos a más conforme avance la negociación.

Según Alonso, “el anuncio ha sido una sorpresa absoluta porque la fábrica estaba funcionando bien desde el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) de 2009, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria”. De hecho, ha significado, “en la actualidad están saliendo 1.300 toneladas de cemento al día cuando la media de la fábrica es de 1.400 0 1.500 toneladas”.

El responsable sindical ha alertado de la importante pérdida de trabajo que supone para la ciudad y la provincia esta decisión, ya que de la cementera dependen unos 200 empleos directos e indirectos. La edad medida de la plantilla, que integran 80 trabajadores fijos, oscila entre los 40 y los 45 años.

La fábrica de Holcim se instaló en Jerez en 1973, es decir, hace cerca de cincuenta años, y tiene capacidad para producir 600.000 toneladas de clinker –la base para la elaboración de cemento– al año, si bien en los últimos años la producción anual ronda las 400.000 toneladas por la falta de mercado.

Con la transformación en estación de molienda se perderá la actividad de la cantera y supondrá el apagado del horno de la fábrica, que dejará de realizar valorización energética con el quemado de neumáticos de desecho, aguas residuales y sólidos finos, entre otros residuos.

La compañía ha convocado una reunión para el próximo día 27 de enero en Sevilla con la comisión representativa de los trabajadores para el periodo de consulta, cuyos integrantes deberán designar en el plazo de siete días. A partir de ese momento se abrirá el periodo de un mes para la negociación del despido colectivo.

Además de la fábrica de Jerez, Holcim cuenta en España con otras cuatro fábricas de cemento ubicadas en Barcelona, Toledo, Sagunto (Valencia) y Carboneras (Almería), además de una estación de molienda en Toledo. En Jerez hay una planta de molienda de una empresa de la competencia en Guadalcacín.