El inicio del curso escolar 23/24 ha vuelto a estar marcado por una importante reducción de plazas debido a la bajada de la natalidad. Esta expresión, la de la baja natalidad, la solemos escuchar habitualmente en los últimos tiempos, aunque a veces no se da la relevancia que realmente tiene. Para comprobar a qué nos enfrentamos, solamente hay que echar la vista atrás y darse cuenta cómo está afectando ésta al sistema educativo andaluz.

En Jerez, regresaron a las aulas este pasado lunes 11 de septiembre un total de 16.047 alumnos entre Segundo Ciclo de Infantil, es decir, niños con edades comprendidas entre 3 y 5 años, y Primaria, con niños que van de los 6 a las 12 años. 

Si tiramos de hemeroteca comprobamos que hace exactamente diez cursos, en el 14/15, en Jerez comenzaron las clases, en segundo ciclo de Infantil y Primaria, con un total de 29.400 alumnos. Esta cifra pone de manifiesto que en sólo diez cursos, el número de estudiantes en esta fase del sistema educativo ha perdido 13. 353 niños, un dato cuanto menos llamativo. 

Si nos centramos únicamente en el Segundo Ciclo de Infantil, encontramos que el pasado lunes volvieron a las clases 4.397 alumnos, siempre según los datos facilitados por la delegación territorial de Educación, mientras que hace diez cursos, lo hicieron 6.864. 

En esta fase educativa comprobamos también que en apenas una década, hay más de dos mil niños menos dentro del sistema educativo en Jerez, concretamente, 2.247 niños. 

La natalidad es algo que ha ido fluctuando en función de cada año, y si durante esta última década ha habido cursos en los que el número de plazas creció con respecto a años anteriores, por ejemplo en 2020/21, la realidad es que en los últimos años la línea en este aspecto ha sido claramente descendente.

Esta situación ya acabó hace unos años con el CEIP Florida de Majarromaque, el único centro que ha cerrado sus puertas en la ciudad en los últimos años.

Los otros daños colaterales de esta situación ha sido la constante reducción de líneas en los centros públicos, un hecho que viene produciéndose de manera anual en los últimos años y que ha sido denunciada constantemente tanto por sindicatos como por colectivos como Marea Verde.

Sin embargo, la administración, independientemente del color político, ha hecho caso omiso a estas peticiones, y no ha dado un golpe de timón, buscando, como aseguran algunos sindicatos, “una mejor calidad de la enseñanza, reduciendo la ratio”.

Indirectamente, este hecho, la reducción de la ratio, se está notando en mayor medida este año, en concreto, según el propio gobierno andaluz, se ha situado en 19 alumnos, algo que sin embargo, no es algo uniforme, pues según reconocen sindicatos como Ustea, “en algunos centros existen diez o doce alumnos por línea, en otros hay 25, incluso en algunos 26, situándose por encima de la regla”.

Desde este sindicato se ha denunciado también un cambio en la normativa con respecto a la ratio de aulas que cuentan con alumnado de Necesidades Educativas Especiales.

Asimismo, desde Ustea ha solicitado a la administración un cambio en la política educativa en cuanto a los espacios que se están quedando libres en algunos centros ante la falta de alumnado, tratando así de ofertar más y mejores instalaciones a los estudiantes de hoy día.