No por mucho reciclar se contamina menos. CCOO y el comité de empresa de Las Calandrias confirman que el esfuerzo de la población por separar los residuos es trabajo tirado a la basura, ya que gran parte de lo reciclado en casa acaba en el vertedero de residuos de Verinsur debido a la escasez de personal en la planta de reciclaje y compostaje jerezana.

En condiciones normales, Las Calandrías debería contar con un mínimo de 120 trabajadores para atender las dos líneas de residuos sólidos urbanos (RSU) y la de envases, pero los recortes de personal y la falta de sustituciones en los últimos años han provocado una reducción de la plantilla hasta el entorno de los 80 empleados, insuficientes para atender el volumen de residuos que se acumulan en la planta jerezana, con el consiguiente riesgo para la salud laboral.

“Aunque la mayoría de la población está concienciada sobre el reciclaje, éste brilla por su ausencia en la planta por el recorte bestial de la plantilla”, denunció en rueda de prensa el secretario local de CCOO, Rafael Tejada, quien cifró entre el 15 y el 20% la pérdida de empleo en los últimos cuatro años en Las Calandrías.

Responsables de CCOO y del comité de empresa de Las Calandrias en la rueda de prensa para denunciar la situación..

Reclaman la intervención del Ayuntamiento frente a una situación ya denunciada en la Inspección de Trabajo

Comité de empresa y sindicato han puesto en conocimiento de la Inspección de Trabajo la situación y harán lo propio ante el Ayuntamiento, al que reclaman que intervenga como responsable último del servicio que presta la UTE Sufi y Valoriza (antigua Verinsur). “No puede ser que lo que reciclan los ciudadanos acabe en el foso de Verinsur”.

“Estamos muy por debajo del personal mínimo necesario y hemos solicitado información a la empresa, pero nos la niega y se limita a decirnos que es lo que hay”, explicó Yolanda Iglesias, presidenta del comité, quien relató que el turno de tarde de la línea de envases lleva tiempo suprimido por la escasez de personal, que también provocó el cierre de esta línea durante una semana en verano al no cubrirse las vacaciones.

Ni siquiera las horas extraordinarias los sábados, instauradas por la empresa como algo habitual pese a “superar el tope legal”, permite dar salida a la “montaña de envases que se acumulan en la planta, de hasta ocho metros de altura”, denuncia el comité, desde el que alertan del alto riesgo de incendio y para la salud de los trabajadores que supone el acopio de residuos.

La sobrecarga de trabajo ha multiplicado las bajas e incluso las operaciones por lesiones en brazos, cervicales..., situación que según el comité se prolonga desde hace tiempo y sin que la empresa haya realizado ninguna inversión en la planta.