Medio Ambiente cierra de forma temporal el parque canino de Atocha

Palos Blancos se ha quedado, de forma temporal, sin parque canino. Los usuarios de este centro de esparcimiento para los perros vienen denunciando desde hace meses la "falta de mantenimiento" del mismo y las continuas inundaciones por las lluvias y el agua de los propios aspersores. Ayer, fue la propia delegada de Medio Ambiente, Felisa Rosado, quien adelantó al presidente de la asociación vecinal, Jesús Palomo, el cierre provisional del parque, al no poder hacer frente ahora su delegación al coste que supondría arreglar "en condiciones" este espacio en el parque Atocha.

"La situación actual, como los vecinos dicen y yo misma he podido comprobar, es que el parque tiene una zona que se encharca cuando llueve mucho. La verdad es que no está presentable", declaró la delegada a este medio. Rosado reconoció que la solución "para que quede bien, no queremos chapuzas, tiene un poco de envergadura. Ahora hay un trámite para que aprueben las partidas presupuestarias y en eso estoy, porque ahora mismo yo no puedo asumir ese coste, no es una cosa que nos cueste 500 euros. Tenemos que sacar una propuesta de gasto, se tiene que aprobar en junta de gobierno local y una vez que eso suceda, ya se podría iniciar el trámite de contratación. Todo esto para hacerlo en condiciones, no quiero hacer una chapuza de echar gravilla y vámonos que nos vamos. Queremos una solución definitiva".

De esta forma, Medio Ambiente y la asociación Palos Blancos "hemos acordado", incidió la delegada, en mantener cerrado el parque mientras que la zona siga inundada. Asimismo, Rosado avanzó que la intención del Ayuntamiento no es sólo mejorar la instalación existente, sino ampliarla. "Este parque se ha quedado pequeño por el volumen de usuarios. Ya he estado allí con un técnico y al lado hay un terreno que estamos viendo cómo podemos incorporarlo. Este parque tiene mucha demanda y quizás por eso también esté la instalación como está. De todas formas, hemos quedado con los vecinos que si el parque se seca, se vuelve a abrir. Que vuelve a encharcarse, pues se vuelve a cerrar", remarcó Rosado.

La respuesta municipal viene tras varios escritos de la asociación Palos Blancos en los últimos meses, en los que denunciaban que "llevamos unos tres meses con el parque encharcado y sin apenas uso porque los propietarios de los perros se arriesgan a salir con el perro y ellos mismos envueltos en fango. Tenemos a unos voluntarios del programa beneficio a la comunidad que nos han ayudado en la medida de lo posible a echar grava y tierra dentro del parque y los resultados, a pesar del enorme esfuerzo, han sido nulos". En el último escrito redactado para Medio Ambiente se denuncia además que "hay policías municipales que están agobiando, presionando, a los dueños con multas por tener los perros sin atar en el parque -fuera del parque canino- en horario de mañana y sin apenas nadie en la zona, ello sin entender que no cabe entrar en un barrizal en esas lamentables condiciones". Además, la asociación pide al Ayuntamiento "más potencia" en las farolas del parque porque "es lamentable la poca la poca luz que dan los focos led implantados".

Cabe recordar que el de Atocha fue el primer parque canino que abrió sus puertas en la ciudad hace justo un año, el 25 de enero de 2014. Le siguió meses después el de La Marquesa, y la propia alcaldesa fue la que declaró que "si ambas experiencias dan los resultados positivos que todos esperamos, podrían ampliarse a otras zonas de la localidad". Aunque a día de hoy no se ha abierto ningún nuevo espacio para las mascotas, la delegada de Medio Ambiente señaló ayer que "donde nos están demandando más un parque canino es en La Plata y a mí también me gustaría poner uno en la Laguna de Torrox".

La creación de estos centros de esparcimiento significa que los propietarios de los perros pueden tener una zona con cerramiento en la que soltar a sus mascotas para que puedan realizar ejercicio sin temor a que se escapen y sin molestar a otros ciudadanos, minimizando las quejas vecinales por la molestia de perros sueltos.