Santiago Abascal llenó el picadero de la Real Escuela de Arte Ecuestre en el último gran mitin de precampaña de Vox para las elecciones generales del próximo 10 de noviembre.

Desde horas antes eran largas las colas para acceder al recinto ecuestre para un acto que, inicialmente, se había proyectado realizar en El Puerto pero que finalmente se trasladó a Jerez buscando una instalación con más aforo. Finalmente, la formación logró llenar un espacio donde tienen cabida unas 3.000 personas aproximadamente.

Dado que no todos los asistentes pudieron acceder al recinto, Abascal aprovechó las escalinatas del palacio de la fundación ecuestre para dirigir unas palabras antes de iniciar el acto en sí. Mientras, dentro del picadero, los asistentes los asistentes disfrutaban de hits que este partido ya ha hecho suyos, especialmente el himno de La Legión ('El novio de la muerte’).

Ya en el estrado, era lógico que Abascal hablara de la situación en Cataluña y de la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. Del Procès incidió en que esa comunidad autónoma vive en un “golpe de estado permanente”. Por ello, como solución, exigió que se presente una “querella de la Fiscalía” para que acabe en la detención inmediata del presidente de la Generalitat, Quim Torra.

Abogó también por la “suspensión de la autonomía de Cataluña”, por la “disolución de los Mossos”, el “control de la TV3” y la reversión de las competencias en materia de educación al Estado. Incluso prometió la “ilegalización de los partidos separatistas”.

En relación con la exhumación de Franco, le reprochó al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de “no respetar a los muertos y de enfrentar a los españoles”. Así, le espetó: “Que dejen los muertos en paz, se llamen Francisco Franco o Dolores Ibárruri porque respetar a los muertos es la base de nuestra civilización”.

Abascal aseguró que España atraviesa una “emergencia social” refiriéndose a las “víctimas de la convivencia con la inmigración ilegal”. Acusó a los centros de Menas de “estar rompiendo la paz y la seguridad en muchos barrios de España” y exigió mayor dureza de la ley frente al fenómeno de la okupuación de viviendas. Es más, cuestionó las ayudas a los inmigrantes aunque no los culpó de ello sino que cargó contra “los gobernantes progres” que hicieron las leyes. 

Culminó su discurso, que se alargó durante algo más de 40 minutos, señalando que, a pesar de los movimientos que asegura que existen contra esta formación para "acallarnos", "no habrá Código Penal que nos pare". Por ello, apeló a "la gente con sentido común" para hacer frente al "peor momento de sectarismo ideológico" que, a su entender, se vive en el país. “España merece nuestra lucha. Todo por España”, sentenció.

Dirigentes provinciales y locales junto a Santiago Abascal y el torero Morante de la Puebla.

Antes de Santiago Abascal, intervino el número uno al Congreso por la provincia por esta formación, Agustín Rosety, quien cuestionó el actual estado autonómico, prometió una “zona de especial singularidad” para la provincia para que policías y guardias civiles “cuenten con los recursos necesarios para hacer su trabajo” y llegó hasta tal punto de calificar de “problema” la presencia en la provincia de Menas (menores inmigrantes no acompañados) aludiendo al reciente episodio de un vendedor de castañas que fue agredido por un grupo de jóvenes.

Incluso, se refirió indirectamente a la exhumación de Franco del Valle de los Caídos señalando: “Veréis a los políticos hablar de la necesidad de remover las tumbas de los muertos. Mientras tanto, nosotros nos dedicaremos a resolver los problemas de los vivos”. 

El mitin transcurrió, en definitiva, sin incidencias reseñables. Ni siquiera llegó a celebrarse en la puerta de la Real Escuela una concentración anunciada por redes sociales para protestar por el acto de Vox. El único hecho reseñable tuvo lugar de madrugada cuando se hicieron unas pintadas en la fachada de la institución donde podía leerse “fuera fascistas de nuestros barrios” y “Jerez antifa”. Poco después, fueron eliminadas por los operarios de la fundación ecuestre.