¡Niñooos, al parque!

Los días empiezan a ser más largos, el sol regala ese calor de primavera tan agradecido después de un duro invierno. Ha llegado abril y Jerónimo se calza las Nike del Kun Agüero y una camiseta recién planchada de su equipo. Vive en La Granja, que ha dejado de ser una barriada, para convertirse en capital. Sí, porque cerca de su barrio inauguran en esta jornada calurosa 'La Ciudad de los Niños'. Su sueño hecho realidad, con 40.000 metros cuadrados para desparramarse de diversión. "¡Ha venido hasta la alcaldesa a abrir este nuevo parque! Esto no me lo pierdo y dicen que se han gastado una pasta, no sé cuántos millones de euros en nosotros. Debe ser la bomba", piensa el niño, que baja las escaleras del bloque a toda velocidad acompañado por su pandilla.

A lo lejos, Jero, que tendrá unos 8 años, ve la entrada de este oasis de la felicidad. Hay mucha gente, muchas corbatas y tacones. Los periodistas forman un corro con sus grabadoras buscando la frase y los fotógrafos hacen lo propio. "¡Buf, que abran ya la puerta, que quiero jugar!", suspira. Esa señora tan importante corta la cinta y los pequeños, como si se les fuera la vida en ello, se abalanzan y se dejan arrastrar por este momento tan chispeante. Ahora están en su mundo y que nadie les moleste.

Miran a un lado, a otro, no da tiempo a probar todas las actividades. Lo primero: una carrera por los paseos en plan vistazo rápido, para tantear. Pero la tentación es muy fuerte, se van parando en cada atracción. Menudo estrés.

Jerónimo se lo toma con una calma tensa. Comienza por el principio, "¡y por qué no, por lo que más me gusta!". Así, en un arrebato infantil se asoma al anfiteatro, una superficie de unos 250 metros cuadrados destinado a usos varios como talleres, títeres, presentaciones, con capacidad para unas 100 personas. Cerca de allí está el parque infantil-terraza, de 235 metros cuadrados para uso de los más pequeños. Anexo se ubica otro espacio para edades superiores y con elementos singulares para juego de uso colectivo. También hay un juego de rotación.

Bueno, bueno, y de lejos ve algo que le deja totalmente ensimismado, es un pueblecito colonial, con distintas edificaciones, tales como casita ludoteca, panadería, escuela, alfarería, establo, pozo y carro estático.

Y si hoy se ha puesto las zapatillas favoritas era porque sabía que el trayecto era largo e intenso y que saltar y correr son obligados. Hace sudar a las Nike en la zona de juegos deportivos colectivos tradicionales, con canastas y elementos de juegos con pelota, de unos 430 metros, y la otra dotada de casi 600, de geometría rectangular y con porterías. "¡Mola!", exclama.

Ah, y llegan las sensaciones nuevas. ¿Qué artilugio es ese tan raro que ven sus ojos? Dos teleféricos, junto a los caminos principal y secundario, cada uno compuesto por dos tirolinas.

Tras un rato observando la novedad, se vuelve y se encuentra con la pista de patinaje, que sirve también como explanada multiusos para montaje de stand y otros. La superficie es de unos 750 metros cuadrados y su solera está compuesta de hormigón con tratamiento de resinas. No es su fuerte el patinaje, piensa que es cosa de chicas, pero, por qué no, qué tontería.

Una de las atracciones estrella, y se nota porque está toda su pandilla allí, es la zona de colchonetas hinchables, que permitirá el uso colectivo de hasta 32 usuarios por unidad.

Y cerca, unas especies de picos rojos, como telarañas, conforman la zona de juegos de trepa. Superficie de unos 500 metros, formada por cuatro pirámides tetraédricas entrelazadas, con cama elástica en el centro y diversas estancias. También hay conjunto modular, ubicado en la zona central del parque y sobre una montaña creada al efecto, que consta de toboganes, columpios, torres trepa y pasarela, entre otros elementos lúdicos.

Uf, un poco más allá hay niños convertidos en albóndigas de tierra. Sus padres intentan evitar que la cosa vaya a mayores. Es imposible. Los chavales son carne de cañón de nuevos anuncios de detergente. Y es que están en la zona de juegos de arena. Hay diferentes elementos ocupando una superficie de unos 700 metros cuadrados, con edades de uso a partir de 1 año, y una capacidad de colectivo de 27 niños.

Un poco de relax. Su corazón late a mil de tanto juego. Un paseo por el Río Seco, donde hay columpios, juegos giratorios y de muelle. También está el Paseo de instrumentos musicales. Llegan sonidos de todas partes. Se encuentran distribuidos aleatoriamente a lo largo de los caminos secundarios. El conjunto está diseñado para niños de todas las edades. La música amansa a las pequeñas fieras

Y la perdición de los niños..., y de los padres: la zona de juegos acuáticos, que viene a ser una de las atracciones más singulares del parque. Concebida como un espacio natural, ofrece una amplia gama de experiencias con el agua organizada de tal modo que los niños de cada edad tengan un ámbito de juego específico y adecuado a su desarrollo psicomotriz como Lago de Chapoteo, zona de meandros y chorros de agua.

El tiempo pasa volando para Jero. La camiseta ya no es lo que era hace dos horas, cuando llegó, las zapatillas parecen destrozadas en un partido inolvidable del Kun, los vaqueros están hechos cisco y su corazón..., preparado para una nueva aventura en esta extraordinaria ciudad.