El número de viviendas destinadas para el alojamiento turístico continúa creciendo en Jerez, especialmente en su centro histórico y en su entorno. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al pasado mes de agosto, en la ciudad había contabilizadas 852 viviendas turísticas, de las que casi un 60% están en las zonas de intramuros o extramuros del casco histórico.

Al igual que los apartamentos turísticos, esta forma de alojamiento ha tenido un considerable auge en los últimos años. No en vano, desde que el organismo estadístico empezó a publicar este estudio sobre la oferta de viviendas para fines turísticos en el verano de 2020, el número de inmuebles con este uso en la ciudad se ha incrementado en unos 200 aproximadamente.

No obstante, y a pesar del incremento, Jerez sigue teniendo una oferta menor de este tipo de alojamientos respecto a otras localidades de la provincia. Así, actualmente le superan localidades como Tarifa, Conil, Cádiz, El Puerto, Chiclana o Vejer, entre otras.

Ahora bien, y tal y como ocurre con los apartamentos turísticos, la mayor concentración de viviendas turísticas en Jerez se localiza en el centro histórico y en los barrios de su entorno, unas cifras que no han parado de crecer desde que el INE empezó a hacer público este estudio, que recoge datos de varias plataformas especializadas en ofrecer este tipo de alojamiento, que se inició en el verano de 2020.

Es el barrio de San Miguel donde están registrado el mayor número de viviendas turísticas en el centro histórico. Así, según el INE, hay unos 89 inmuebles dedicados a esta finalidad turística, un número que se ha incrementado en casi un 40% en los últimos tres años. Mientras tanto, la sección censal que engloba al entorno de la Catedral, la plaza de la Asunción, Tornería, Alameda del Banco y parte de calle Larga cuenta con unas 75 viviendas para fines turísticos, un registro que se ha duplicado desde 2020.

Mientras, el eje de calle Corredera y plaza de las Angustias, así como el entorno de la parroquia de San Pedro (Bizcocheros), plaza de San Andrés y calle Arcos también son otros dos de los enclaves con más alojamientos de este tipo en el centro histórico (66 y 61, respectivamente). Y en intramuros, la sección censal en la que están incluidas calles como Juana de Dios Lacoste o Francos se han localizado unos 50 inmuebles dedicados a la actividad turística.

Aumento en el entorno del centro histórico

Los barrios y zonas residenciales del entorno del centro histórico también están experimentando en estos años un incremento de viviendas dedicadas a alojamientos turísticos. En el barrio de Santiago, por ejemplo, el INE tiene localizados unos 37 inmuebles dedicados a esta actividad, casi un 20% más que en el verano de 2020.

Por otro lado, en El Pelirón o en el entorno de Madre de Dios también se han contabilizado más de una treintena de viviendas con fines turísticos y una veintena en enclaves como Picadueñas, Agrimensor o Torresoto.