Once acusados en uno de los mayores golpes antidroga en Jerez
La Sección Octava acoge desde hoy el juicio por la operación 'Carlo Magno', que se cerró en marzo de 2008 · Aprehendieron unos 110 kilos de hachís
Hoy lunes comienza el juicio por una de las mayores operaciones antidroga de los últimos tiempos en la ciudad. Bautizada como operación 'Carlo Magno', por ella se sentarán en el banquillo un total de once acusados a los que el Ministerio Fiscal apunta como un grupo preparado que movía sobre todo hachís procedente de Marruecos hasta la provincia, pero que distribuía también a distintos puntos de España a través de diferentes intermediarios. De hecho, durante la operación policial se incautaron unos 110 kilos de hachís.
La vista se celebrará durante toda la semana en la Sección Octava de la Audiencia Provincial y a priori se prevé larga, no sólo por la cantidad de acusados , sino porque seguramente las defensas planteen cuestiones previas que el tribunal tendrá que deliberar. Los hechos por los que estas once personas se sientan en el banquillo sucedieron hace apenas un año, de hecho, el aniversario de los registros que se practicaron en distintos domicilios y garajes de la ciudad va a coincidir con la celebración del juicio. El caso despertó una inusitada alarma en la ciudad, sobre todo, porque algunas de las personas implicadas estaban relacionadas con el sector de la hostelería, en concreto, con un conocido bar del centro.
En el escrito de acusación de la Fiscalía se deja claro que se trataba de un grupo bien organizado, con las funciones de cada uno de sus miembros bien delimitadas. Una persona presuntamente se encargaba de impartir las órdenes correspondientes y supervisaba asimismo las operaciones que se iban realizando desde una época no delimitada, se trata de J.L.V.. El grupo de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía llevaba un tiempo detrás de esta banda hasta que fue desarticulada en el mes de marzo del año pasado. Otras dos personas en un escalafón inferior se dedicaban a los contactos supuestamente y fijaban además los precios de la distribución del hachís. No obstante, en ocasiones también se encargaban de distribuir cocaína si los clientes se la pedían. En esos contactos llevaban, siempre según el escrito de la Fiscalía, alguna muestra de la sustancia estupefaciente, pero eran otras personas las que tenían el contacto directo con la droga y las que al parecer la repartían entre otros puntos.
Para esta actividad ilícita, la Fiscalía sostiene que se usaban distintos vehículos de alquiler, era así como trataban de pasar por desapercibidos y dejar las menores huellas posibles. Al margen de esos coches, también habrían alquilado plazas de garaje y un piso que servían de parte de almacén.
Los contactos los hacían en Algeciras y también con gente del norte, algunos de ellos también están imputados por estos hechos. Las penas que solicitan para los acusados varían, ya que a algunos se les llega a imputar aparte de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas o conspiración para cometer un robo con violencia. Éstas oscilan entre los cuatro y los nueve años de prisión.
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