Pagar impuestos
A la vuelta de la esquina
Todos los españoles tienen que contribuir al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica, mediante un sistema tributario justo, inspirado en los principios de igualdad y progresividad. La Administración no puede a través de una ley fiscal intentar confiscar las propiedades de los españoles. Al menos eso dice el artículo 31.1 de la Constitución.
Cualquiera puede declarar “confiscatorio” un tributo, o como dicen en Jerez: “afán recaudatorio”, ante diversas contribuciones.
Dirigentes de Nueva Rumasa han reconocido tener el núcleo de sus empresas en Belice, país centroamericano, paraíso fiscal, para evitar que se las confisquen. Reconocen que usan los paraísos fiscales. El propietario de Zara dice que va a retornar a España los beneficios acumulados en Irlanda a través de sus ventas por internet. Patriotas.
En Jerez hay una crisis enorme, pero a pesar de las fusiones, en dos años han aumentado las sucursales financieras, además de las posibilidades de utilizar los ‘offshore’: bancos en altamar o en la vecina Gibraltar.
Pero no hay que salir de la patria, ni cantar la copla de Antonio Molina: “... adiós mi España preciosa, la tierra donde nací, bonita, alegre y graciosa como una rosa de abril, voy a morirme de pena viviendo tan lejos de ti...” porque tenemos la Sociedad de Inversión de Capital Variable, SICAV, que con unos cuantos ahorradores y con un capital mínimo de dos millones cuatrocientos mil euros, se libran de la confiscación de los desaprensivos gobiernos.
Dice Arturo Fernández, vicepresidente de la Patronal Española: “Si ser rico es después del ahorro de toda la vida tener 700.000 euros en un patrimonio, pues yo creo que a las clases medias españolas las vamos a dejar peor de lo que están [...] Los ricos, ricos, ricos indudablemente no tienen 700.000 euros, tienen muchísimo más y lo tienen en SICAV, en otras inversiones y esos van a seguir pagando los impuestos que pagaban... Aquí a lo que se grava es a la clase media que consume...”.
Ahora se habla mucho de no tocar a las ‘clases medias’ que tienen viviendas de hasta 300.000 euros y que tienen acumulado patrimonio hasta 700.000 euros. Esto no está al alcance de cualquier clase media. Los bancarios creyeron que eran clase media, junto a profesores, pequeños empresarios, profesionales liberales, médicos, y no llegan a esas propiedades ni de lejos. Hace años que el sindicato de Banca y Ahorro de CCOO trabaja para dotar de conciencia obrera y de asalariados a esos sectores.
Esquirlas: Los métodos antidisturbios utilizados por la Policía Nacional en el desahucio de Caulina fueron desproporcionados. Tampoco estoy de acuerdo en que lo utilicen contra los que no pagan a los trabajadores, contra los que despiden, contra los que evaden impuestos, contra las entidades financieras. Pero eso no ocurrirá.
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