Pepa la del Polígono ya tiene su plaza en las 'casitas bajas'
Una placa recuerda a Josefa García, la mujer que abanderó la lucha contra la droga desde el corazón de uno de los barrios más castigados por esta lacra
Si Josefa García Barbadilla, Pepa la del Polígono, formaba ya parte de la historia de las 'casitas bajas', su nombre quedó ayer definitivamente ligado a la barriada por la que luchó durante décadas con la inauguración de la plaza que, en el corazón de las 'casitas bajas', lleva su nombre. Los hijos de Pepa, vecinos, representantes de asociaciones contra la droga, de sindicatos y otras organizaciones asistieron al descubrimiento de la placa con su nombre, durante un acto en el que la alcaldesa Pilar Sánchez, recordó la figura de la mujer que abanderó la lucha contra el narcotráfico en la barriada y presidió la asociación de mujeres 'Nueva Ilusión'.
Sin poder contener las lágrimas en algunos momentos los hijos de Pepa -tuvo 14, aunque dos de ellos no pudieron asistir al trabajar fuera de Jerez- escucharon las palabras que la alcaldesa dedicó a su madre, que murió el pasado 14 de abril, cuando contaba con 72 años.
Poco después de su fallecimiento, la federación provincial para la prevención de las drogodependencias 'Redein' y la coordinadora local 'Renacer' encabezaron la solicitud al Ayuntamiento para que una calle o plaza llevase el nombre de Josefa García, en homenaje a su persona. A la petición se adhirieron partidos políticos, asociaciones de mujeres y vecinales y otros colectivos.
Sánchez dedicó a la mujer que, según dijo, conoció hace 30 años, numerosos elogios. La describió como "una adelantada a su tiempo, una líder en esencia y una mujer inconformista y crítica con el sistema".
Pepa nació en el Pozo Olivar y llegó al Polígono en 1967. Estaba casada con José Moreno López, camionero de la empresa alcoholera González-Barba, del que enviudó en 1983. La muerte en la calle de un amigo de su hijo José Manuel fue el detonante para que Pepa decidiera luchar contra la lacra de la droga. En 1994 fundó con otras mujeres del barrio la asociación 'Nueva Ilusión' para ayudar a los toxicómanos a salir de su adicción y atender sus familiares. Pero además Pepa hizo frente a los traficantes y eso le costó no pocos disgustos, aunque nunca le hicieron desistir ni agachar la cabeza. Su kiosko del semáforo de la avenida Tomás García Figueras fue objeto de incendios y de robos y recibió frecuentes amenazas.
A lo largo del discurso de la alcaldesa salieron a relucir algunas anécdotas de su vida, como las veces que llegó a vender su pelo, la taberna que abrió en las 'casitas bajas' con comedor para los trabajadores que estaban construyendo los nuevos bloques del Polígono o la vez que fue a Madrid, para ver al ministro de la Vivienda para que le concedieran dos pisos corridos en el bloque 8 de la calle Palomino, en su condición de familia numerosa, algo que consiguió.
La presidenta de la asociación de vecinos 'Pedro Palma', Francisca Pazo, mostró también su satisfacción "por el homenaje a una persona muy querida en el barrio, que se implicó para mejorar la vida del Polígono. En los últimos años sacaba fuerzas de donde no las tenía para continuar con su gran labor. Desde donde estés, esperamos que nos mandes tu fuerza".
La placa que inmortaliza su recuerdo es un mural cerámico de azulejos, en el que está inscrito tanto el nombre como el apodo de la homenajeada y una silueta de su perfil.
3 Comentarios