Los vecinos de las barriadas de Las Torres y Sagrada Familia se concentraron ayer en la plaza Listán para denunciar el apagón de 30 horas que sufrieron el pasado 18 de febrero y que afectó aproximadamente a 300 viviendas. Esta movilización se realizó un día después de que los representantes vecinales se reunieran con directivos de Endesa en un encuentro que califican de "positivo". Los afectados pidieron explicaciones del por qué del corte del suministro eléctrico, "pero sólo nos dieron las razones del corte en la plaza de las Castañuelas", señaló ayer el presidente vecinal Ángel Galán, quien resaltó que "Endesa no sabía que también representábamos a la barriada Sagrada Familia y no tenían los datos en el encuentro. Sin embargo, nos han dicho que nos mandarían el expediente para que también conociéramos los motivos". A pesar de que el ambiente fue distendido y se llegaron a acuerdos, los vecinos no quisieron suspender la movilización porque "como sabían que nos íbamos a concentrar podría tratarse de una estrategia para que la suspendiéramos", declaró el presidente, quien puntualizó que "independientemente de la reunión no podemos quedarnos en casa, hay un gran malestar entre los vecinos. Sin duda Endesa merece un toque de atención y así se lo queremos hacer ver".

En este sentido, Galán apuntó que en la reunión también habían puesto sobre la mesa la necesidad de tener en las barriadas una red nueva, "ya que ésta es muy antigua" y a pesar de que no se lo esperaban, los directivos les avanzaron que "se iban a comprometer a ver qué podrían hacer en la zona". De la misma forma, Endesa anunció que "intentaría gestionar pronto" una reunión entre asociación vecinal, Ayuntamiento y empresa para buscar soluciones, "si lo hacen, tendrán que invertir muchos millones en las barriadas", puntualizó el presidente vecinal.

Por otra parte, cabe señalar que la asociación mantuvo otro encuentro el pasado jueves con el presidente de Facua, David Cifredo, y la asesora jurídica de la organización, María José Rodríguez. En la reunión concretaron la forma en la que enviarán las quejas por el apagón y "hemos decidido hacerlas de forma individual, pero que todas entren en un expediente común", destacó Galán, quien denunció la actitud "pasiva" del delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, quien para los vecinos "no ha actuado de forma correcta, porque siempre da la callada como respuesta y no se preocupa por los problemas de la ciudad".

Por último, vecinos y representantes de la empresa de electricidad discutieron en la reunión, a pesar de que no era competencia de Endesa, del estado del gas en la zona, "nos hemos dado cuenta que tenemos una bomba de relojería en el suelo, porque creemos que estamos ante una posible negligencia", destacó Galán, quien adelantó que se informaría de la empresa competente para tomar acciones contra ella.