Quejas por el mal estado de una bodega junto al Oratorio Festivo

La paciencia de los padres del colegio Oratorio Festivo Padre Torres Silva está llegando al límite. La existencia de una bodega abandonada junto al centro escolar preocupa cada vez más a los familiares de los alumnos debido a que el estado ruinoso del inmueble hace temer lo peor. Sobre todo, según relatan los afectados, porque el antiguo casco bodeguero se ha convertido en un lugar que sirve refugio a indigentes y la zona cada vez presenta peor estado. Ayer mismo la Policía Local acordonó varias de las entradas, aunque el inmueble sigue siendo totalmente accesible. En concreto, el centro escolar está ubicado en la calle Rayón (aunque tiene entrada también por la calle Juana Jugón), muy cerca de las Hermanitas de los Pobres y justo enfrente de la antigua bodega.

"El colegio, en un principio, parece que había hablado con el Ayuntamiento y estaba esperando soluciones", explica una madre. Sin embargo, "mira las fechas en las que estamos y llevamos así ya varias semanas y es que va del mal en peor". De hecho, los afectados explican que varias puertas de la bodega han sido "arrancadas" y el acceso ahora es totalmente libre, con el peligro que ello supone. "He visto a niños meterse dentro", asegura una madre, haciendo hincapié en el estado ruinoso que presenta la bodega. "Hay un comedor social cerca y en dos años nunca había pasado nada, pero últimamente esto está cada vez más sucio, con botellas tiradas y con personas de todo tipo paseando por aquí", lamenta la madre de un alumno.

Ante este panorama, los familiares de los escolares están empezando a organizarse y están dispuestos a tomar cartas en el asunto para que se solucione este problema. De hecho, "si hace falta iremos con nuestros hijos y nos quedaremos en la puerta del colegio sin dejarlos entrar. No queremos que falten a clase pero no podemos seguir así". De momento, los padres y madres ya han tenido las primeras conversaciones y hoy mismo está prevista una reunión entre familiares de alumnos. Una vez que mantengan las primeras tomas de contacto están dispuestos "a llegar hasta donde haga falta porque están desesperados", explica el abuelo de unos alumnos del centro escolar.

A pesar de que el abandono de la bodega (en la que aún pueden encontrarse botas llenas de vino) ha causado problemas a los vecinos desde hace tiempo, es ahora cuando la situación ha empeorado, según explican los afectados. De hecho, recuerdan que antes de Navidad un indigente cayó a un pozo en el interior de la bodega y tuvo que ser rescatado por la Policía. "El hombre cayó de madrugada y, al parecer, una madre cuando fue a llevar a su hijo al colegio escuchó algo y llamó a la Policía", recuerda.