Saldaña insta a la negociación sindical para evitar despidos en el Consistorio

El gobierno municipal del Partido Popular no quiso revelar ayer cómo afrontará el segundo Plan de Ajuste del Ayuntamiento, requisito ineludible que ha marcado Madrid para poder acogerse al fondo especial que ha puesto en marcha el Estado para pagar facturas pendientes con proveedores. Dicho plan, el segundo que se va a poner en marcha en el municipio en menos de diez meses, debe aprobarse pasado mañana como fecha límite a pesar de que todavía no se conoce qué medidas concretas comprenderá para garantizar al Gobierno central que el Consistorio jerezano podrá devolver en los próximos diez años los casi 329 millones de euros que ha solicitado para abonar 12.999 facturas pendientes con pequeñas, medianas y grandes empresas. Ya se sabe, eso sí, que no se aprobará en el pleno ordinario de marzo, pues los nuevos recortes en el Consistorio no fueron incluidos en la comisión de pleno de Economía que abordó ayer mismo los asuntos que se elevarán a la convocatoria de este Viernes de Dolores. Todo hace indicar que será un pleno extraordinario y urgente a celebrar ese mismo día el que someta a la consideración de los grupos de la Corporación un asunto de tanto calado para la ciudad.

En este contexto, el portavoz del gobierno municipal, Antonio Saldaña, se remitió ayer en rueda de prensa a las declaraciones efectuadas por la alcaldesa, María José García-Pelayo, a finales de la pasada semana, si bien mantuvo la línea de no descartar absolutamente nada en lo que a las futuras medidas de ajuste se refiere, incluidos los despidos de parte de la plantilla municipal, un rumor que ya es una constante en los pasillos del Consistorio con todo tipo de especulaciones de listados y cifras pululando sin ton ni son. "La manera de rebajar la masa salarial en el Ayuntamiento dependerá mucho de las conversaciones y las negociaciones con los representantes de los trabajadores", aseguró el dirigente popular, al tiempo que mantuvo que "se ha alentado, por fines electoralistas, que las medidas serán drásticas pero hablar de forma unilateral por parte del gobierno municipal de cómo se va a reducir no es razonable". En todo caso, el decreto que recoge el BOE desde el pasado 16 de marzo es muy nítido al hilo de lo anterior, ya que exige a los ayuntamientos que se quieran acoger a la línea especial de crédito que definan con claridad las medidas concretas que van a aplicar y la fecha de entrada en vigor de las mismas. Cabe recordar que entre las 23 medidas del Plan de Ajuste que plantea el decreto se incluyen despidos ajustados a la nueva reforma laboral o rebajas salariales, disolución de empresas en pérdidas, eliminación de servicios voluntarios y subidas tributarias, entre otras. En el caso del Ayuntamiento de Jerez, el segundo de España que más financiación ha pedido para saldar deudas, sigue siendo una incógnita por dónde se atacará para rebajar gastos y mejorar los ingresos.

Saldaña insistió: "Desde el primer momento dijimos que había que hacer un esfuerzo de todos para rebajar la masa salarial y cómo se materializa eso dependerá mucho de las negociaciones y conversaciones que se tengan con los representantes de los trabajadores". No está de más recordar que si el primer Plan de Ajuste del Ayuntamiento, aprobado en septiembre pasado, planteaba recortar 25 millones de euros para lograr el déficit cero municipal en tres años, este segundo programa debe contemplar una previsión de ahorro infinitamente más ambiciosa que pasa por una media de 33 millones de euros al año para devolver en la próxima década los 329 que ahora se anticiparán gracias al plan de pago a proveedores.