Los propietarios de las viviendas del bloque 26 de la barriada de San Telmo vuelven a estar nerviosos porque el arreglo prometido por el Ayuntamiento no llega. Hace una semana, la alcaldesa, Mamen Sánchez, dijo que el apuntalamiento del bloque, que permitiría el realojo de los vecinos, se atrasaba sólo debido a cuestiones burocráticas. Uno de los problemas que ha encontrado el Ayuntamiento para afrontar esta tarea es que faltaban las firmas de todos los vecinos para que se permitiese el acceso de los operarios.

Esto no ha hecho que los afectados se calmen. Reunidos esta semana, aseguran que si el Ayuntamiento no inicia el apuntalamiento, volverán a ocupar sus viviendas este lunes, día en el que se cumple un mes exacto desde el desalojo. Aquel 12 de noviembre, unos ruidos sospechosos provocaron una llamada a los bomberos, que una vez examinado el lugar decidieron que los vecinos abandonaran el inmueble. Dos días más tarde, los peritos municipales detectaron problemas en los pilares, aunque no existiera un riesgo de derrumbe calificable como inminente.

Desde entonces, para aquellos vecinos que no tenían alternativa habitacional en su red de allegados, la delegación de Acción Social aprobó un realojo financiado por el Ayuntamiento, primero en un hotel y luego a través de la búsqueda y el pago de alquileres temporales. Cuatro familias se encuentran en esta situación, mientras que los residentes de las otras tres casas que se encontraban habitadas viven con familiares cercanos. De las diez puertas del bloque, en tres no vivía nadie, por lo que sus propietarios no han sufrido directamente este desalojo.

La cuestión de la licencia de obra es el único escollo para que se proceda a estos trabajos, en palabras de la alcaldesa hace unos días. A pesar de que se trata de un bloque privado, en el Ayuntamiento se han interesado por la situación de estos vecinos porque reconocen que no cuentan con fondos para el arreglo de una estructura, una inversión de importancia. "Ya están aquí las fiestas y no han hecho nada, aunque para mí, las fiestas ya están hechas con la que tenemos encima", lamentaba ayer una de las personas afectadas.