Santa Marta rinde sus bodas de oro con el Patrocinio en la calle

La hermandad de Santa Marta pudo ayer poner el epílogo de forma brillante a la celebración de las bodas de oro fundacionales de la cofradía con la procesión que puso en la calle y en su paso de palio a Madre de Dios del Patrocinio. Los malos augurios climatológicos dejaron paso a una mañana con más sol que nubes, nada que ver con el día anterior que aguó todo lo previsto. Con esa buena nueva, nada más terminar la misa de pontifical que ofició en San Marcos el obispo José Mazuelos, se formaba el cortejo que acompañó a la Virgen que salió por la puerta principal del templo a mediodía, como estaba previsto. La hermandad eligió la mañana a la tarde para que los actos culminantes no tuvieran solución de continuidad. Y ciertamente la hermandad lo aprovechó. Buen ambiente en calles muy cofrades que volvieron a inspirar ambiente 'semanasantero'. Al ser una mañana dominical, el público fue ciertamente curioso con una mezcolanza de los de aquí con no pocos turistas que paseaban por el centro de la ciudad y se encontraron con esta procesión, un añadido más a su visita a la ciudad.

En el cortejo, no muy participado por los hermanos, se vieron los estandartes de La Cabeza, La Viga, Desconsuelo, Tres Caídas, Prendimiento y Vera Cruz. Hubo también presencia corporativa del Cuerpo Nacional de Policía y, por supuesto en esta hermandad, del sector de la hostelería con sus máximos representantes en la provincia: Antonio de María Ceballos, presidente de Horeca, Faustino Rodríguez, Antonio Real y Antonio Galera, de la ejecutiva de la misma organización empresarial. El paso no pudo ser mandado por su capataz titular, Jaime Gutiérrez, al estar recuperándose de una intervención quirúrgica de urgencia que tuvieron que practicarle en las vísperas de la procesión. En su lugar estuvieron el capataz del misterio, Jesús Lineros, y el auxiliar de Jaime, Gerardo Real. Una ausencia que fue muy sentida en la cofradía y bajo las trabajaderas, aunque su hijo, también Jaime, estuvo y llamó en alguna ocasión. El paso anduvo siempre de frente con el aire particular que los costaleros le dan al caminar de estas andas y con el complemento perfecto -más bien soberbio- de la música de la Municipal de Rota que interpretó un muy buen repertorio donde se oyeron Sevilla Cofradiera, Coronación, Corpus y otras muchas más porque lo cierto es que la banda no paró de tocar. Delante tampoco se quedó atrás la banda que lleva el nombre de la hermandad.

Rosas y orquídeas se repartieron en las piñas y en el friso que adornaron la mesa del palio que llevó toda su cera encendida y con loas estrenos que ya anunció la hermandad: el fajín de la Virgen, la corona que estrenó con motivo de este cincuentenario, y la rosa que llevó en sus manos la Dolorosa. Estos son algunos de los momentos y detalles que se vivieron ayer por la mañana en el centro urbano de la ciudad y en el casco antiguo cuando sobre las dos de la tarde la hermandad enfilaba el Barranco y Belén buscando de nuevo San Mateo. Santa Marta sumó ayer un nuevo capítulo de este otoño cofrade al que le restan muy pocas citas que se concretarán mañana martes.