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Jerez

"Seguimos teniendo los mismos miedos que hace 6.000 años"

  • El arqueólogo del Museo Arqueológico de Jerez Laureano Aguilar guiará este 29 de octubre la visita 'Líbranos del Mal' por amuletos y objetos sagrados desde el Neolítico

Amuleto fálico contra el mal de ojo.

Amuleto fálico contra el mal de ojo.

A pesar de los tiempos posmodernos en los que vivimos, "seguimos teniendo los mismos miedos que hace 6.000 años". Lo dice claramente Laureano Aguilar, arqueólogo del Museo Arqueológico de Jerez, que este sábado 29 de octubre, a las 12 horas, se encargará de guiar la visita temática 'Líbranos del Mal', para la que aún hay plazas libres y cuyas reservas se pueden hacer en el teléfono 956 149 560. 

Una actividad, con motivo de Todos los Santos y Día de los Difuntos, que celebra su segunda edición tras un exitoso estreno, y en la que Aguilar mostrará piezas del Museo relacionadas con amuletos, talismanes y objetos sagrados "que de una manera u otra, a través de los tiempos, los seres humanos hemos creído que nos librarían del mal, del mal de ojo, de los malos espíritus, de los demonios... Hacemos un recorrido desde el Neolítico hasta la Edad Moderna", cuenta el experto. De esta forma, los asistentes irán fijándose en una serie de piezas, "con la que concluimos al final que no hemos cambiado mucho: seguimos hoy pensando y teniendo los mismo miedos que hace 6.000 años". 

Entre las piezas que se podrán ver, y sin destripar mucho la cita, estarán los azabaches, que se siguen usando hoy contra el mal de ojo; los amuletos fálicos de época romana, amuletos islámicos, "aunque se pensaba que los musulmanes no tenían, pero sí que poseían bastantes porque creían que existía un mundo de espíritus al servicio del demonio y se defendían de ellos. Veremos así pinceladas a lo largo de todos los periodos históricos a través de objetos que ayudan a comprender su significado y usos".

Un Jerez de muerte

Además de esta visita, el 5 de noviembre el Museo Arqueológico ha preparado una actividad que se llama 'Un Jerez de muerte', otro concepto, pero en la que se abundará en la muerte, la historia de la muerte, sus rituales funerarios, etc. Una cita para la que hay plazas disponibles también.

Un entorno misterioso

El Museo Arqueológico está enclavado en un entorno misterioso. Cerca de la plaza del Mercado se encuentra el Rincón Malillo, un conjunto de callejuelas detrás del Palacio Riquelme. Cuenta la leyenda que allí se presentaba el mismísimo demonio. Y es que un caballero jerezano, con fama de jugador, espadachín y bebedor, tras haber dejado en el suelo a una de sus víctimas de sus duelos, tuvo la osadía de retar al mismo diablo. En ese instante sintió una fuerte punzada en su brazo derecho, apareciéndole una enorme herida sangrante. Se marchó aterrorizado a su casa, en la calle Justicia, y para paliar sus miedos y calmar su remordimiento, en su casa y en dirección al Rincón Malillo, mandó poner una cruz de hierro forjado en una hornacina en piedra.

Dicen que el hombre se encerró en su vivienda y comenzó a ser conocido por los vecinos como El Enjaulado. Tras su muerte, muchos años después, la herida de aquella noche seguía sin cicatrizar. Dentro de la Iglesia de San Mateo se conserva una lápida de la familia del caballero, Luis de Montoro para algunos, Álvaro de Mendoza y Virués para otros.

Un lugar del patrimonio jerezano un tanto olvidado hoy al que Álvarez Beigbeder le dedicó la Sinfonía nº 2 en mi menor 'Rincón Malillo' (1947), inspirada en las leyendas del barrio de San Mateo.

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