Solidaridad

La compañía, la mejor medicina

  • La Asociación Española Contra el Cáncer diseña para Jerez un nuevo proyecto de voluntariado de apoyo domiciliario

  • La organización cuenta con más de 65 años de historia

María Arango, Coordinadora General de Voluntariado, César Goñi voluntario y Susana Pedreño, Coordinadora del Voluntariado de Acompañamiento Domiciliario.

María Arango, Coordinadora General de Voluntariado, César Goñi voluntario y Susana Pedreño, Coordinadora del Voluntariado de Acompañamiento Domiciliario. / Miguel Ángel González

Nuevos brotes de vida florecen en la sede jerezana de la Asociación Española Contra el Cáncer desde hace varios meses. Un nuevo proyecto de voluntariado nace desde la organización española que, sin ánimo de lucro, lleva más de 65 años trabajando con una amplia red de profesionales, voluntarios y colaboradores para educar en salud, dar apoyo a nuevos proyectos de investigación en los hospitales y sobre todo, acompañar y dar apoyo a pacientes oncológicos y familiares que necesiten un chute de fuerza y energía.

La AECC se encarga fundamentalmente de luchar contra el cáncer en todas las modalidades que existen ayudando a personas que tengan la necesidad de ser apoyadas y escuchadas desde el diagnóstico hasta el duelo o supervivencia de la enfermedad. No obstante, desde la organización sostienen que, aunque su punto estrella sea el apoyo psicológico y social a los enfermos y familiares, la prevención es un pilar fuerte puesto que con ella “un porcentaje muy alto de cáncer se podría evitar”, apunta María Arango, Coordinadora General de Voluntariado.

Cuando hay un diagnóstico de cáncer, la enfermedad afecta y concierne a toda la familia, es como un “terremoto” que entra y sacude a todos tus afectos más íntimos, como un jarro de agua fría que no esperas en pleno invierno. Una enfermedad que, cómo con muchas otras, te preguntas el por qué de su existencia una y otra vez. “Muchas veces nos encontramos con familias en las que el enfermo ha sido capaz de asumir su diagnóstico mejor que los propios familiares y son ellos los que necesitan más ayuda por nuestra parte”, apunta Arango.

Y aquí es cuando actúan aquellos “corazones andantes” que con nombre y apellido, dedican su tiempo a ayudar a estas personas que en algún momento de su etapa, se preguntaron ese por qué, que hasta hoy día, es prácticamente inexplicable. La sede de la AECC en Jerez cuenta actualmente con dos proyectos de voluntariado; el voluntariado en el hospital que comenzó hace dos años y el voluntariado en el domicilio que surgió hace varios meses.

Susana Pedreño, Coordinadora del Voluntariado de Domicilio, manifiesta que este nuevo proyecto nace con la necesidad de apoyo en los domicilios una vez fuera del ámbito sanitario. “Muchos enfermos de cáncer se sienten más atendidos en el hospital al estar rodeados de profesionales de la salud y en casa, se sienten desprotegidos. Otros pasan la enfermedad solos o simplemente, el cuidador principal necesita un desahogo físico y mental. Ahí es cuando actúa el voluntario”.

Ellos aportan su granito de arena mejorando la calidad de vida del paciente y de su entorno familiar sin entrar en cuidados personales o actividades domésticas, sino ayudándolos a aparcar por un momento la enfermedad en cualquier etapa de ésta sin ser juzgados. El voluntariado domiciliario existe desde hace 15 años dentro de la AECC, aunque es hoy cuando llega a la ciudad como si de un tratamiento de quimioterapia más se tratase, con visiones futuras de mejorar y ampliar su marco de actuación por todas las localidades de la provincia. Actualmente, cuenta con 8 voluntarios provinciales y tres en Jerez.

Uno de ellos es César Goñi, un jerezano solidario ansioso por devolverles las ganas de sonreírle a la vida a todos los que reciben su ayuda. Goñi lleva más de tres años como voluntario para la AECC, aunque su actividad como voluntario viene de antaño. “Los voluntariados salen del corazón pero llevaba tiempo buscando uno con el que pudiera dar amor directamente a personas que son espejos de cada uno de nosotros”, explica el jerezano.

César Goñi: "El voluntariado es algo que sale del corazón. No puedo explicarlo con palabras, sale del alma”

Goñi es la solidaridad hecha persona. Participa en los dos voluntariados que tiene la organización de pacientes oncológicos en Jerez; los viernes por la mañana podemos encontrarlo vestido con una bata blanca por los pasillos de oncología en el Hospital de Jerez, recibiendo con una infusión en mano a todos aquellos que necesiten un momento de serenidad. Del mismo modo, los jueves por la tarde es la llamada de esperanza de aquella familia que lo recibe en su propio hogar. “Mis jueves y viernes son sonrisas, amor, abrazos y besos. Experiencias que me llenan de gratitud y de paz. Cuando estamos en el hospital y la gente nos pregunta, me gusta hacerles entender que la palabra dinero no existe, la hemos cambiado por amor y la gente llega a ver que tú estás allí porque quieres. Lo que recibo es muy grande, no te lo puedo explicar con palabras, es algo que sale desde el corazón” añade el voluntario domiciliario.

Desde la AECC explican que estos programas son “un juego emocional” que sale del interior de cada uno de ellos y que enriquece al voluntario en todos los aspectos de la vida. “El granito de la solidaridad está ahí. Hay gente que le hace caso y lo empieza a cultivar. El voluntariado es como una planta, una vez que ha agarrado, crece, crece y crece. Nace del corazón y todos tenemos uno del mismo tamaño”, añade Pedreño.

Por otro lado, Goñi aclara que el voluntariado domiciliario es más intenso porque el vínculo con el enfermo y los familiares es más íntimo. “Nosotros tenemos la parte más bonita de la asociación, somos su cara visible y estamos en feedback con las personas. Este voluntariado para mí, es un regalo del cielo y es muy necesario porque en este momento el cáncer es uno de los índices de muerte más grandes del mundo. Nadie está exento de esto y no somos conscientes de ello”.

Otra de las acciones de la AECC dentro del voluntariado, es el cuidado permanente del voluntario. “Hay momentos intensos emocionalmente y situaciones que son más duras de sostener y ahí es cuando actuamos nosotros. Si necesitan hablar con los coordinadores, con las psicólogas, si tenemos que apartarlos durante un tiempo del voluntariado…estamos a una llamada de teléfono”, aclara Arango.

La Asociación Española Contra el Cáncer hace un llamamiento a la ciudadanía a que formen parte la red de voluntarios de Jerez y que, con esto, den rienda suelta a la solidaridad que cada uno tenemos en un rinconcito de nuestro corazón. “Queremos despertarle a Jerez las ganas de ayudar a estas personas. Si eres una persona que ha pasado por esta enfermedad o bien un familiar tuyo y no te ves capaz de hacer el voluntariado domiciliario, quiero que sepas que hay más tipos de voluntariado, acude e infórmate porque hay actividades para todo el mundo. Depende de lo que tú quieras y tu situación, hay un proyecto hecho a medida para ti, una ventana que puedes abrir para ayudar a respirar a esa persona que lo necesita”.

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