'Tiffany', el diamante en bruto

El gran caballo fue desahuciado cuando era potro por Yeguada. Salvi Correro aceptó el reto de domarlo para catapultarlo a lo más alto. Ningún caballo tiene tantos títulos

'Tiffany', en plena acción.

21 de noviembre 2008 - 01:00

Perdonen que no me levante, reza el epitafio de la tumba del gran cómico Groucho Marx. Está usted excusado, aunque es probable que hubiera cambiado de opinión de poder pasar un día en las carreras con el gran 'Tiffany', aquel potro que dieron por desahuciado en los establos donde nació, Yeguada Cortiñal.

Los caballos difíciles son los que marcan a las personas. El antipático caballo inglés conoció un buen día (allá por los noventa) a Salvador Correro, un hombre de caballos, jinete de saltos, jockey de carreras y posteriormente entrenador y preparador de purasangres. Correro, gran amigo de los propietarios de Cortiñal, aceptó el reto de llevarse al castaño cuando aún era un potro. La experiencia con él en casa había sido penosa. No aceptaba la autoridad y se revelaba continuamente como un gato salvaje. Se escapaba en pleno galope por donde veía un hueco, tiraba a su jinete, miraba mal… Un incomprendido.

A priori, convertir a 'Tiffany' en un diamante dócil era una tarea difícil y poco apetecible. Pero Salvi aceptó el reto y decidió comenzar su etapa de entrenador de PSI con un caballo de mal carácter. Su experiencia con otros ejemplares de esta sangre, a los que destinó a salto y a otras modalidades hípicas, le habían dado la razón: "Con caballos complicados aprendes y te diviertes más que con un campeón. Te enseñan a respetar a los caballos". Y tanto. 'Tiffany' nunca se amansó, jamás desarrolló otro carácter al que venía escrito en su código genético pero supo adaptarse a su nueva situación hasta el punto de convertirse en uno de los caballos de carreras más importantes de las últimas décadas en el turf español.

Ha sido el único caballo nacional que ha ganado en cinco hipódromos distintos, a falta solo de La Zarzuela, cuya reapertura hace unas pocas temporadas ya le pilló talludito. Lasarte, Pineda, Mijas, Dos Hermanas y Sanlúcar han sido sus grandes plazas, recintos que le han valido para ser considerado el mejor caballo nacional de todos los tiempos. Hasta 20 victorias ha logrado acumular en todo su historial deportivo sin sufrir una sola lesión, algo impropio en un purasangre, 26 colocaciones y un montante económico total en ganancias de 101.402 euros. Magistral.

El hijo de 'Ninuca' ha sido siempre un luchador. Cuando era un potro luchaba para imponer su voluntad; más tarde, para ganar. Con todo, la preparación de 'Tiffany' no estuvo exenta de complicaciones. Salvi se las tuvo que apañar para ir por delante de él. "Salía a entrenar cuando el hipódromo estaba vacío. No podía haber otro caballo cerca de él. Además, iba acompañado de madrinas para ganar algo de confianza… Y mucha paciencia, buen trato y cariño. No hubo más", recuerda su entrenador, que devolvió al caballo a los prados que lo vieron nacer en Yeguada Cortiñal hace un año, en 2007, temporada en la que se retiró el gran 'Tiffany' a los once años.

La genética en la cría caballar nunca es una ciencia exacta pero mueve grandes pasiones y, sobre todo, grandes cantidades de dinero. El diamante inglés es hijo de 'Vaguely Hidden', un caballo americano de excelentes orígenes y hermano de múltiples ganadores de carreras de máxima categoría en Estados Unidos, como 'Capote' y 'Excellent'. 'Vaguely Hidden' vino a España para ejercer como semental en la yeguada Haras del Che, donde solo consiguió dejar una yegua preñada, 'Ninuca'.

'Ninuca' fue adquirida por la Yeguada Cortiñal, donde aún ejerce como reproductora, pues es una de las joyas de la casa. La yegua no ha hecho más que parir campeones en toda su vida. Nombres como 'Frangantino', 'Suntuoso' o 'Fadenda' han llenado de gloria a esta importante yeguada de caballos de carreras, una de las más importantes del país.

'Tiffany', que lució como pocos los colores de la cuadra Pilar Correro, fue un diamante que finalmente se dejó pulir para que su brillo deslumbrara a la huérfana afición de los años noventa y principios del siglo XXI, que no veía el momento en que Madrid reabriera sus legendarias puertas. Era un luchador, era honrado, inteligente y valiente. 'Tiffany' es "insustituible". Por eso, su mejor recompensa es la que pocos purasangres pueden tener: un retiro en el campo con sus primos y hermanos, que ahora están creciendo.

Perdonen que no me levante, parece una buena leyenda para inscribir también en la lápida del gran 'Tiffany' cuando deje el mundo de los vivos. Ya lo dio todo.

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