El Zoo celebra el nacimiento de siete crías de gamo en el plazo de once días
Las hembras parieron sincronizadamente porque desarrollan el celo en un período muy concreto del año, durante el otoño
Entre los pasados días 18 y 29 de julio vinieron al mundo siete crías de gamo -también llamados gameznos- en el Zoobotánico de Jerez. Esto es algo habitual dado que el celo de esta especie, denominado 'ronco' por el característico ruido que hacen los machos cuando compiten entre sí, se desarrolla en una época muy concreta del año, a finales de otoño, lo que motiva que los partos se sincronicen. Generalmente, las crías pueden seguir a su madre a las 48 horas de nacer.
Aunque cada cría suele mamar de su madre, los gameznos tratan de robar un poco de leche al resto de hembras cada vez que se les ponen a su alcance, convirtiendo al grupo en una guardería colectiva. El gamo se distingue de las demás especies de cérvidos por sus astas palmeadas, aplanadas y ramificadas en su parte superior, siendo el tronco principal redondeado. La horcada es exclusiva de los machos y empieza a despuntar a los 6 u 8 meses, para caer entre marzo y junio y volver a aparecer a continuación. En la Península Ibérica, el desmoche de las astas se produce entre finales de marzo y principios de abril, alcanzando su desarrollo completo en julio.
El color del pelaje varía según las estaciones: en invierno es pardo grisáceo, en primavera y verano se aclara a pardo-rojizo con hileras longitudinales de manchas blancas. En cada cuarto trasero presenta una banda vertical, de color blanco, rodeada de pelaje negro. La cola es blanca, con una franja central negra. El cambio de pelaje se produce en junio.
El gamo es una especie catalogada como 'de preocupación menor' desde el punto de vista del riesgo de extinción por parte de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN).
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