La Asociación Jacobea de Jerez 'Sharish' completa la primera etapa entre Monesterio y Fuente de Cantos
Varias mujeres mastectomizadas, con enfermedades crónicas y víctimas de la violencia de género forman parte de la tercera edición de su 'Camino de Santiago, Camino integrador'.
La Asociación Jacobea de Jerez emprenderá la tercera edición de su 'Camino de Santiago, Camino integrador'
Los integrantes de la tercera edición de 'Camino de Santiago, Camino integrador' de la Asociación Jacobea de Jerez 'Sharish', y formado por varias mujeres mastectomizadas, con enfermedades crónicas y víctimas de la violencia de género iniciaron este pasado lunes 10 de noviembre el camino hacia Santiago de Compostela con la primera etapa de su recorrido.
Las participantes en este programa, realizaron el desplazamiento hasta la localidad sevillana del Real de la Jara, donde pernoctaron para iniciar su camino donde lo dejaron el pasado año, concretamente en la localidad de Monesterio. Tras los deseos de Buen camino con los ánimos en los más alto y paso decidido, comenzaron la primera etapa de esta nueva edición peregrina.
Etapa 1 – Monesterio → Fuente de Cantos “En cada paso, una historia; en cada mujer, un camino que ayuda y sana.”
La mañana ya avanzada en Monesterio trajo consigo un aire limpio y un cielo que prometía buen día para caminar. Tras el desayuno y los primeros saludos del nuevo día, las mujeres del proyecto.
Camino de Santiago, Camino Integrador que Ayuda y Sana (3) retomaron aquél camino que iniciaron en Jerez y que el pasado año dejaron en esta localidad, su nueva ruta con paso sereno, rumbo a Fuente de Cantos.
Esta primera etapa suave, ha resultado algo monótona con desniveles muy moderados discurriendo por llanuras descampadas, entre campos de cultivo o tierras baldías, y con una alta exposición al sol, que ha llegado incluso a dar color a las pieles de las peregrinas.
El horizonte parecía no tener fin. Los caminos de tierra, invitaron a la calma y a la conversación. No hubo prisa; solo el ritmo pausado del grupo, el sonido de las botas sobre el polvo y el rumor del viento entre las hojas.
A medida que avanzaban, se adivinaba en el ambiente una sensación de equilibrio. Los cuerpos empezaron a acostumbrarse al esfuerzo y el ánimo se fortalecía. Entre las participantes surgen confidencias, risas y silencios compartidos. Las más veteranas recuerdan etapas pasadas, mientras las nuevas descubren la magia de sentirse parte de algo que las trasciende.
“Caminar con ellas es como hacerlo con la vida misma”, comenta una de las peregrinas. “Cada palabra, cada paso, tiene sentido cuando sabes que alguien te acompaña sin juzgar, solo caminando contigo”.
El cruce de un arroyo sobre piedras resbaladizas, les sirvió para sacar risas y carcajadas que ayudaban a relajar la monotonía del camino.
Tan solo unos fuegos de pastos que atemorizaron a las peregrinas fue la anécdota de la jornada, al ver como fuego y humo invadían la senda por la debían caminar y así, como valientes, enfrentaron esos peligrosos momentos, lo que les sirvió para subrayar en sus libretas de vivencias, el acontecimiento y anécdota vivida.
La llegada a Fuente de Cantos se recibió con abrazos y gratitud. En el aire, una mezcla de cansancio dulce y orgullo compartido. El grupo por fin descansa en su alojamiento, donde tras la relajante ducha y comida, conversan y sonríe, recordando la experiencia vivida. El Camino, una vez más, cumplió su misión: unir, sanar y recordarle a cada mujer que no está sola
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