De barro hasta los ojos en Guadalcacín

Lo que fuera una reunión de amigos (que lo sigue siendo), para 'matar' la tarde del sábado de las fiestas de Guadalcacín se ha consolidado en una prueba única del mundo del motor, que congregó a millares de personas desde horas antes de que comenzaran las carreras, y que coronó a Manuel Mendoza como gran triunfador con un tiempo de 19:19 en las diez últimas vueltas. Sólo había que ver el aspecto que presentaba el puente próximo al campo de fútbol de la pedanía o las decenas de personas encaramadas en tejados y azoteas para comprobar el alcance del campeonato.

Mendoza, empresario, reside en la barriada de La Inmaculada, en las cercanías de Torremelgarejo, y pilotaba un Massey Ferguson.

Once tractores participaron en el XIII campeonato de Guadalcacín, cuya preparación comienza desde semanas antes. Y hubo de todo en la dos mangas y la prueba final: derrapadas, cruzadas de piloto nórdico con coche de 'rallie', colisiones, sin consecuencias, y pérdidas de ruedas con los consiguientes abandonos. Se giraba a unos 20 ó 25 km/hora en las curvas, bien regadas tanto para evitar que los vehículos se embalen durante las ocho vueltas como para dar una mínima comodidad al espectador. El ganador de los entrenos matinales Rafa Rodríguez dominó con mano firme la primera manga.

Y el público seguía rugiendo con vueltas rápidas de 1:50. Una fiesta popular bien organizada, con numerosos patrocinadores locales y nacionales, sin riesgos gracias a las medidas de seguridad, con importante despliegue de personal y medios; aunque no se puede "dar un garantía cien por cien, como ocurre en cualquier deporte del motor", explicaba el presidente de la Federación Andaluza de Automovilismo (FAA), Vidal Castro.

La fiesta comenzó desde horas antes de la bandera de salida. Los guadalcacileños saben que las carreras son un imán para atraer público de otras localidades al pueblo y a su feria, que disfruta de las derrapadas entre copa y copa, con mucho 'botellón', y las surtidas viandas. La atracción es también para los pilotos ya que, además de la honrilla de ganar el campeonato, único en España, hubo en juego 7.000 euros entre premios en metálico y trofeos.

La organización calculó que más de 13.000 personas acudieron (posible récord no oficial), que fue retransmitido en directo por Localia Televisión. Difícil es saber qué público acudió a un certamen gratuito, pero la carretera de Nueva Jarilla estaba atestada de vehículos desde horas antes.

La gran final se disputó a partir de las 20:00 horas. Un camión cisterna se encargó de acondicionar el circuito de nuevo. Los tractores, algunos de ellos reparados con urgencia (lo que da fe del nivel que ha alcanzado la competición), rindieron otra vez para deleite del público. Los pilotos, cubiertos de barro hasta las cejas, forcejearon entre ellos durante toda la gran final. Algunos pagaron tributo y abandonaron a falta de pocas vueltas.

Manuel Mendoza fue el ganador de la disputada final. El hombre dio su vuelta de honor y con gran compañerismo felicitó a sus 'rivales'. En segundo lugar quedó el herrero de profesión Francisco Villena, que con otro Ferguson hizo 20:00 mientras el tercer puesto fue para Rafa Rodríguez, chapista, que guiaba un John Deere. El bicampeón Miguel Ángel Márquez se tuvo que conformar ayer con la vuelta rápida con un 1:49, agregó el gabinete de prensa de la organización.