"No aspiramos a ser el mayor festival, aspiramos a ser el más inolvidable"
Beatriz Vergara. Directora de enoturismo y de 'Veranea en la bodega' de González Byass
La bodega Las Copas y La Tonelería de González Byass acogen hasta el 16 de agosto los ciclos Tío Pepe Festival, Tío Pepe Comedy y Solera y Compás, así como La cena de las estrellas
Tío Pepe Festival Jerez 2025: todos los artistas, fechas y la programación completa
Pregunta.¿Cómo ha sido este año la elaboración del cartel del Tío Pepe Festival (TPF)?
Respuesta.Ha sido un proceso de escucha, sensibilidad y mucha responsabilidad. Cada edición es un reto, pero también una oportunidad de seguir mejorando y construyendo una experiencia ya única de por sí. En cada cartel no buscamos simplemente grandes nombres: pensamos en artistas que conecten con el alma del lugar y que entiendan lo que supone actuar en unas bodegas centenarias en las que cada rincón cuenta una historia. Ha sido un trabajo de meses, muy intensos, un trabajo de equipo que ya tiene gran sensibilidad para detectar qué va a emocionar, qué va a dejar huella y generar recuerdos imborrables en quienes se trasladan a Jerez cada verano.
P.¿Qué ha influido en la selección de los artistas?
R.La esencia del propio festival. Tío Pepe Festival no es un evento cualquiera, y por eso pensamos siempre en artistas con un especial carisma, cercanía y respeto por el entorno. Y, por supuesto, escuchamos al público. Hay una conversación constante con el público, que nos dice qué quiere vivir y a quién quiere ver. Y todo esto sin olvidar que también influye lo intangible: ese instinto que te dice “este artista va a transmitir y no lo van a olvidar”. Muchos de los que han pasado por el festival a lo largo de estas once ediciones nos cuentan que actuar en este espacio histórico les inspira y les hace dar lo mejor en el escenario, se produce la magia. Y por encima de todo, nuestra permanente apuesta por la calidad y la diversidad artística.
P.¿Por qué hay artistas que vienen varias veces al TPF?
R.Porque tienen nuevas propuestas y nuevos matices que ofrecer, se enamoran del espacio. Se sienten en casa, se entregan más. Y eso el público lo percibe. Esa complicidad es lo que convierte una actuación en un momento inolvidable.
P.¿Qué se espera de esta edición y qué expectativas hay para las siguientes?
R.Esta edición es muy simbólica: marca una madurez creativa y un salto cualitativo. Traemos a artistas internacionales que viven en la memoria emocional y musical de muchas generaciones, pero también mantenemos esa raíz jerezana que nos define. Esperamos que sea una edición que siga enamorando a quien ya nos conoce… y que atraiga a nuevos públicos. A largo plazo, el objetivo es seguir creciendo sin perder la identidad. No aspiramos a ser el mayor festival, aspiramos a ser el más inolvidable. Seguir sorprendiendo sin perder nuestra autenticidad, y seguir atrayendo a ese público que busca experiencias memorables, diferentes y únicas. Ese es nuestro reto.
P.¿Qué novedades o mejoras han incorporado este año?
R.Hemos reforzado mucho la experiencia global, cuidándola al milímetro. No solo en lo artístico, sino en todo lo que rodea al festival. Hemos optimizado aún más la logística para que el público solo tenga que dejarse llevar y disfrutar. Desde los accesos y la comodidad del público, hasta la parte gastronómica. También hemos recuperado espacios muy simbólicos dentro de las bodegas, como La Tonelería, y ampliado propuestas para distintos públicos: humor, flamenco, experiencias familiares…
P.¿Qué artista sigue siendo una espinita, un asunto pendiente para este Festival?
R.Siempre hay artistas en esa lista de pendientes. Pero no me gusta decir nombres: parte de la magia del festival es esa ilusión que mantenemos edición tras edición. Lo bonito es que muchas de esas ‘espinitas’ se han ido cumpliendo. Serrat, por ejemplo, era un sueño. Y ya pasó por aquí. Seguimos soñando año tras año y queda mucho por venir.
P.¿Qué importancia tiene la sostenibilidad y el medio ambiente en este proyecto?
R.Es fundamental. Desde hace varias ediciones trabajamos con prácticas responsables: gestión circular, vehículos eléctricos, digitalización, consumo consciente, proveedores locales… todo está pensado para minimizar el impacto y cuidar nuestro entorno. El enoturismo sostenible es pilar esencial para Tío Pepe. No es un extra, es un compromiso. Cada decisión que tomamos en las bodegas lleva una reflexión detrás: ¿esto cuida nuestro entorno? ¿Es coherente con el legado que queremos dejar? No se trata de marketing verde: se trata de coherencia con la tierra que nos acoge.
P.¿Qué camino quieren recorrer con este Festival? ¿Hay proyectos futuros que impliquen más espacios?
R.El Festival quiere seguir creciendo en calidad y alcance. Estamos abriendo puertas a nuevos espacios dentro de las bodegas y, por qué no, podemos soñar en propuestas que nos lleven a espacios singulares de la ciudad o a nuestros viñedos. Lo importante es escuchar y adaptarse, estar atentos al entorno, anticiparse y reinventar la experiencia cada año.
P.¿Cuál es su impacto como motor de desarrollo económico y dinamizador turístico?
R.El impacto es evidente y muy positivo. Generamos riqueza y creamos empleo, más de 1.700 puestos de trabajo directos e indirectos. Atraemos nuevos segmentos de público, incentivamos la estancia turística en Jerez, reactivamos el comercio local, activamos alianzas sinergias empresariales y fortalecemos la oferta cultural del verano. Cada año crecemos en cifras, también en el impacto y retorno económico que tiene para una ciudad que amamos. Solo el año pasado este se tradujo en casi 19 millones de euros.
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