Las bodegas del Marco aún confían en que el vino y el brandy de Jerez no se vean afectados finalmente por la subida de aranceles en EEUU y, en caso de que finalmente no sea así, esperan que el castigo dure el menor tiempo posible.
Tras el procedimiento iniciado por la Administración de Donald Trump para la ampliación de los productos agroalimentarios europeos sujetos a la subida arancelaria, las bodegas jerezanas entienden que deben ser sus importadores en EEUU los que acudan al proceso de solicitud de información iniciado por el departamento de Comercio norteamericano.
Las bodegas solicitan a través de los Consejos Reguladores que la UE se abstenga de acudir al procedimiento. “No conviene que la UE vaya a la solicitud de información porque sería reconocer que nos duele”, explicó ayer el director del Consejo del Brandy de Jerez, César Saldaña, tras el pleno de la institución en el que se abordó la subida arancelaria.
Según Saldaña, “hay compañías americanas que viven de la importación de estos productos y que tendrían que cerrar sus puertas” si los nuevos aranceles perduran en el tiempo. “Este tipo de medidas proteccionistas no conducen a nada –prosiguió– y la subida es tan grande que no puede durar mucho tiempo”. Por experiencias de otras guerras comerciales en las que está inmersa EEUU, Saldaña indicó que “la Administración de EEUU no enseña los dientes, sino que te muerde y luego te suelta”.
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