En la pasada campaña se cultivaron en Andalucía algo más de 14.300 ha de patatas, con una producción cercana a las 340.000 toneladas. Para este año, las perspectivas en cuanto a volumen y calidad son buenas, pero la evolución de la campaña se verá muy condicionada por la dinámica de los mercados, que determinarán los precios y las salidas del producto.

La provincia de Cádiz cultiva alrededor de tres mil hectáreas de patatas, extra temprana y temprana, fundamentalmente en la Campiña de Jerez con destino a la exportación y en toda la Costa Noroeste enfocada más para consumo nacional. Las producciones suelen superar las setenta mil toneladas de excelente calidad y por ello reconocida por el consumidor.

En esta campaña la superficie ha sido inferior a la media, sembrándose dos mil cuatrocientas setenta hectáreas y con una producción estimada inferior a las sesenta mil toneladas.

Se da la circunstancia de que este año se ha retrasado la campaña de recolección de patata temprana, debido a las heladas que se registraron en el mes de febrero. Pero la cosecha ya está en marcha, contándose con una cantidad suficiente de patata fresca, recién recolectada.

Sin embargo, las grandes superficies siguen aprovisionándose de patata francesa, a precios muy bajos (0,04-0,05 euros/kg). Se trata de patatas recolectadas entre octubre y noviembre del año pasado, que se presentan lavadas y embolsadas, con apariencia de producto nuevo, y que presentan un mayor contenido en azúcares y pésimo comportamiento para frito, todo lo cual supone un engaño al consumidor.

Estas estrategias comerciales provocan dificultades para colocar este producto, que además sufre un drástico recorte de su precio, situación que viene repitiéndose desde hace varios años, y que causa un gran perjuicio a los agricultores andaluces. Por este motivo, en poco más de diez años, el sector andaluz ha perdido casi un 50% de la superficie de cultivo y un 35% de la producción de patata extra y temprana, lo que ha provocado pérdida de jornales en campo gaditano. Existe un claro riesgo de que los productores terminen por abandonar y se pierda así un producto de calidad ligado a nuestra tierra.

Esto repercute en la provincia de Cádiz en precios para la patata no superiores a 0,12 euros/Kg, que son los precios más bajos que se están pagando por el producto cosechado en Sanlúcar de Barrameda, claramente muy por debajo del coste de producción que no es inferior a 0,22 euros/Kg. Nuevamente, se obliga a vender a pérdidas sin que intervenga el regulador ante estas prácticas especulativas, trasladando su actuación contra aquéllos que defienden una renta digna para los productores.

COAG-CÁDIZ solicita que se impulse una interprofesional de la patata para conseguir el reequilibrio de la cadena de valor de este producto, que según el último IPOD de COAG sufría un incremento de más del 900% ente el campo y la mesa. Además, se ha pedido que se realicen campañas de promoción que avisen a los consumidores la puesta en el mercado de la patata nueva, que se mejore la transparencia del etiquetado, incluyendo además de la fecha de envasado la de recolección, y que se den garantías para que la distribución no dificulte la entrada en sus lineales de patata española.