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Jerez

El campo de la provincia clama contra la nueva subida del SMI

  • Asaja-Cádiz alerta del impacto para el sector del acuerdo del Gobierno con los agentes sociales tras un año “desastroso”

Efectos de la sequía en una explotación de cereales.

Efectos de la sequía en una explotación de cereales.

La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta 950 euros aprobada el pasado miércoles ha hecho saltar las alarmas en el campo de la provincia, donde la medida acordada por el Ministerio de Trabajo con los agentes sociales –sindicatos y patronal– puede hacer estragos, advierte Asaja-Cádiz.

La asociación agraria muestra su preocupación por el impacto que puede tener la subida del SMI a los trabajadores, toda vez que recuerda que el nuevo incremento, aunque inferior al de 1.000 euros inicialmente propuesto por el Gobierno progresista de coalición, se suma al fuerte repunte aplicado el año pasado y al alza de las bases de cotización. Todo ello en una provincia que, además, acaba de sellar el acuerdo del convenio colectivo del campo, que contempla igualmente una mejora salarial del 1%.

Cabe recordar que el anterior Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió el año pasado unilateralmente elevar el Salario Mínimo Interprofesional desde 735,90 hasta 900 euros, es decir, algo más del 22% al que ahora se añade el incremento pactado del 5,5%.

La subida, además, llega a juicio de la patronal agraria en el peor momento posible, ya que 2019 ha sido un año “desastroso” para la agricultura y la ganadería de la provincia de Cádiz, de los peores que se recuerdan, apunta el secretario general de Asaja-Cádiz, Luis Ramírez.

No en vano, la escasa producción del último año se ha visto agravada por los bajos precios, a los que no escapa ningún cultivo, indica el responsable agrario, quien asegura que la subida es “inasumible” para el sector, que tiene escaso margen de maniobra dada la pérdida de renta que arrastra.

“Hay poco que hacer ante el acuerdo adoptado por la patronal y los sindicatos con el Gobierno, salvo que se aprueben bonificaciones que compensen al sector”, alerta Ramírez, quien recuerda que, según declaraciones del secretario de Estado de la Seguridad Social, la primera subida del SMI en 2019 supuso la destrucción de 50.000 empleos del sector, de los que 34.000 corresponden a afiliados al Régimen Especial Agrario (REASS).

Para contrarrestar sus efectos, Asaja reclama mecanismos internos de apoyo, entre los que el secretario general en la provincia cita una rebaja sensible de los módulos del IRPF (Impuesto de la Renta de las Personas Físicas) para los agricultores, no como la del ejercicio anterior, que califica de “mínima”.

Junto a los incentivos fiscales vinculados al empleo, la patronal agraria también ha puesto sobre la mesa a nivel nacional medidas de apoyo a través de bonificaciones en las cuotas de Seguridad Social para contrarrestar la nueva subida.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, no comparte la preocupación del campo ante la subida del SMI, pues aunque admite que “puede generar algunas dificultades” frente a las que estarán “vigilantes”, considera que es “perfectamente abordable e integrable” en el sector agrario.

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