Los ciberdelitos y su lucha abren en la UCA el Ágora de Seguridad

En pleno siglo XXI, con un mundo completamente informatizado y en el que las tecnologías mandan, la ciberdelincuencia se ha convertido en uno de los grandes problemas con el que se enfrentan las administraciones, las empresas, las fuerzas de seguridad de los diferentes estados y, como no, los ciudadanos.

En este sentido, la Universidad de Cádiz (UCA), con la colaboración de Securitas, celebró ayer la primera conferencia del llamado Ágora de Seguridad, un espacio de reflexión universitario para promover actividades formativas y de investigación en el grado de Criminología y Seguridad que se imparte en el Campus jerezano de La Asunción.

Bernardino Cortijo Fernández, director general de seguridad corporativa de la compañía Telefónica y comisario de la Policía Nacional en excedencia, fue el encargado ayer de abrir este ciclo con una conferencia que versó sobre la seguridad y los ciberdelitos y la colaboración de las operadoras y proveedoras de servicios de Internet con la Administración Pública.

Este cualificado experto en seguridad cibernética dejó claro que, actualmente, "la seguridad tiene que ser un concepto integral", es decir, que "no se puede dividir entre seguridad física y ciberseguridad", por lo que para gestionarla "tiene que haber un concepto global". Así, en este sentido destacó la importancia que está teniendo, y cada vez más, la colaboración entre administración, empresa y usuario. "La interelación entre todas las partes es algo hecho. Lo que hay que debatir es qué pieza puede ayudar más", afirmó.

Este concepto de seguridad global lo explicó claramente con los casos de pornografía infantil, un problema con gran impacto en la sociedad y que está siendo combatido a conciencia desde la compañía que representa, donde tienen un área destinado a ello. De hecho, señaló que actualmente la retirada de webs con contenidos pedófilos en servidores de Telefónica es automática "cuando el delito es evidente. Distinto es la apología, cuando ya tiene que ser un juez el que considere si hay o no delito".

Así y todo, la retirada de estas páginas se realiza una vez completado un protocolo que empieza por la misma denuncia a la web en cuestión, denuncia que puede provenir de las mismas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, de asociaciones en defensa de menores o de los propios ciudadanos, y a partir de ahí se realiza una verificación legal y se almacena y copia todo para la posterior investigación policial.

De la misma manera que la seguridad tiene ya un concepto global, con la delincuencia pasa lo mismo. Así, Bernardino Cortijo distinguió entre "grupos básicos" de delincuentes y "grupos organizados", los cuales se están beneficiando de las tecnologías para mejorar y aumentar su actividad: fishing, mensajería instantánea, robos de identidad, ciberterrorismo e incluso blanqueo de dinero son algunas de las muchas actividades delictivas que se llevan diariamente a cabo delante de la pantalla de un ordenador.

Eso sí, todavía existen numerosos problemas específicos que dificultan la investigación de estos delitos, entre los que enumeró los relativos al desconocimiento, los de carácter transfronterizo y por causas de la legislación de cada país y también por la dificultad, a veces, de rastrear las 'huellas' que dejan los delincuentes en la red.