Antes que circuito, Jerez tuvo velódromo
Jerez, tiempos pasadosHistorias, curiosidades, recuerdos y anécdotas
A finales del XIX Jerez ya contaba con un velódromo, donde se corrieron numerosas pruebas ciclistas, una afición que tuvo muchos e importantes seguidores que llegaron a formar hasta un clubCartel publicitario de bicicletas de principios del siglo XX. (ARCHIVO DEL AUTOR)
Jerez se enorgullece hoy de tener uno de los mejores circuitos de velocidad de España, donde se corren, desde hace algunos años, importantes pruebas de motos y automovilísticas. Pero lo que muchos ignoran es que Jerez, hace más de un siglo, a finales del XIX, ya contaba con un Velódromo, donde se corrieron importantes pruebas velocipédicas, siendo pionera en éste como en otros deportes, caso del polo y del tenis. La bicicleta estaba considerada entonces como el 'vehículo del porvenir' y en nuestra ciudad contaba ya con numerosos aficionados que llegaron a formar hasta un club, denominado 'Veloz-Club Jerezano', o 'Veloz Club de Jerez', cuyos fundadores fueron los jerezanos Eleuterio de Luque Mestres y Antonio Jiménez, sobre el año 1891, durando hasta finales de los años veinte.
El primero de dichos velocipedistas -como se llamaba entonces a los que practicaban el ciclismo, por razón de que el primer nombre que las bicicletas tuvieron fue el de velocípedo, vehículo de hierro formado por una especie de caballete, que funcionaba al ser accionado con los pies por medio de pedales: nombre formado por la unión de las palabras veloz y pie-, el señor Luque, era un rico comerciante, con domicilio en la plaza Antón Daza 4, y el segundo un industrial que vivía en la calle Naranjas 6.
Eleuterio de Luque era un antiguo velocipedista que, por razones de su comercio, se veía obligado a hacer frecuentes viajes a los pueblos de nuestra provincia, con los que no había comunicación por ferrocarril, echando mucho tiempo en sus viajes, por lo que pensó utilizar el velocípedo para sus continuos desplazamientos, adquiriendo dos de dichas máquinas bicicletas, una para él y otra para un dependiente que lo acompañase. A partir de entonces se fue incrementando la afición y don Eleuterio trajo máquinas para alquilar, a instancias de sus amigos, creciendo el número de velocipedistas, hasta el punto de formar todos ellos el 'Veloz-Club de Jerez'. Y una cosa trajo consigo la otra, pues fue necesario construir un velódromo que, en un principio, se instaló en los aledaños de la carretera de Cartuja, próximo a la entonces existente Venta de los Negros, en terrenos propiedad de la familia Guerrero. Allí se ejercitaban nuestros primeros ciclistas, pero el lugar no era muy apropiado para organizar carreras, por lo que se pensó hacer una pista de cemento, sobre el mismo terreno, con una extensión, en principio, de 250 metros; llevándose a cabo la realización del proyecto mediante la suscripción de acciones por parte de los aficionados.
En una publicación de la época se llegó a decir, por entonces: "Dada la importancia que este sport ha alcanzado, y el crecido número de aficionados con que Jerez cuenta, se hace muy necesaria la construcción definitiva de esa pista, y el público de nuestra hermosa población podrá disfrutar del bonito espectáculo que ofrece la lucha de corredores sobre la veloz bicicleta, vehículo del porvenir, y en nuestros festejos, anunciarse entre uno de los principales, Carreras de Velocípedos, como lo hacen hoy en toda población de alguna importancia". Y así aparece, efectivamente, en algunos viejos carteles de feria. Más adelante, entre otras cosas, continuaba el cronista: "Este pueblo, sano por excelencia, tiene esenciales condiciones para que sus hijos se dediquen al velocipedismo". No cabe duda de que el cronista era ya un gran apasionado del nuevo deporte.
ANTES QUE LAS CARRERAS,
EXCURSIONES POR LA PROVINCIA
En los primeros cinco años del Veloz Club, y antes de que se organizaran carreras en el Velódromo, se realizaron numerosas excursiones ciclistas por toda la provincia, siendo las más importantes, el recorrido de 54 kms. de Jerez a Cádiz, llevado a cabo en varias ocasiones por los ciclistas jerezanos Eleuterio de Luque y Alejandro Luna, regresando a nuestra ciudad en el mismo día, lo que se consideraba una hazaña. Posteriormente harían el mismo recorrido los señores Miril, Palomino, Antonio Luna, Cortés, Escudero, Jiménez, Sarmiento - este llegó a ser muy famoso - Peralvo y otros. También se hizo en varias ocasiones el trayecto de Jerez a Arcos, Bornos, Villamartín, Prado del Rey, El Bosque, Ubrique y regreso por Villamartín a Jerez, empleándose en dicha excursión y visita a los citados pueblos de tres a cinco días.
Ya más acostumbrados a la carretera, los esforzados ciclistas jerezanos, auténticos pioneros de este deporte en Jerez, se atrevieron a organizar una ruta mayor, llevando a cabo por vez primera el recorrido de Jerez a Sevilla, que eran 105 kms., los señores Palomino y Luque, siendo acompañados por Jiménez hasta Utrera, estableciéndose con este motivo un intercambio de excursionistas entre Jerez y Sevilla, con numerosas visitas de los sevillanos a Jerez. Hasta Sevilla, irían montados sobre sus primitivas máquinas nuestros paisanos Sarmiento, Miril, Tardío, Escudero, Ayllón y algún otro. Por otra parte, invirtiendo cuatro días en su viaje, salieron en sus máquinas, en otra ocasión, el veterano Luque y Tardío, recorriendo El Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando - donde se les uniría otro notable ciclista, llamado Albarracín -, Chiclana, Vejer, Tarifa, Algeciras, Gibraltar y vuelta a Algeciras, donde tomaron el tren hasta Ronda, ya que no había carretera hasta esta última localidad, desde donde prosiguieron su camino para Villamartín, Bornos, Arcos y Jerez..
En 1890, los ciclistas Luna y Peralvo batieron un récord oficial, de Jerez a Cádiz y vuelta, invirtiendo tres horas y siete minutos, habiendo perdido treinta minutos por pequeñas paradas en las poblaciones del trayecto y el paso en barca del río San Pedro.
RECORDS DENTRO Y FUERA DEL VELÓDROMO
En la pista del velódromo jerezano también se establecieron, por estas mismas fechas de finales del XIX, los siguientes récords:
Uno de 213 kms., distancia equivalente a la ida a Sevilla y vuelta, que fue establecido por el ciclista Palomino, en once horas y cincuenta minutos. Récord superado, días después por el gran Sarmiento, que lo ganó por treinta minutos menos. El ciclista Tardío estableció otro récord de doce horas en máquina sin desmontar, recorriendo una distancia de 170 kms.
En carreras que se llevaron a cabo fuera del Velódromo de Jerez, participaron varios aficionados locales, resultando ganadores de primeros y segundos premios, en distintas localidades, todos los anteriormente mencionados, más Ivison y Pedro García del Salto siendo el mejor de todos ellos el famoso Sarmiento, campeón de la provincia y de otros primeros premios.
Las carreras velocipédicas seguirían celebrándose en Jerez hasta final de los años veinte, en que el Jerez Veloz Club celebraba anualmente la prueba "Trofeo Primo de Rivera", de carácter provincial.
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