El comité de Acasa suspende el encierro sin tener fecha para cobrar

"Esto no es un paso para atrás, sino uno muy grande para adelante". Tras pronunciar estas palabras la empleada de Acasa e integrante del comité, Esther Hidalgo, junto con los compañeros y delegados sindicales encerrados desde el pasado martes en el Ayuntamiento abandonaron la protesta. Entre lágrimas recorrieron el pasillo entre la sala de prensa del Consistorio, en la que durmieron, y hasta la puerta principal, donde un grupo de trabajadores arrancó a aplaudir como si les fuera la vida en ello. Fue el final de una mañana tensa, de continuas llamadas de teléfono y de una protesta de 28 horas que no consiguió en principio el resultado esperado. El colectivo salió del Consistorio sin el dinero en las cuentas y sin conocer cuándo lo podrán tener, objetivo principal por el que el martes 'tomaron' la sala. Una ocupación que llevó al Ayuntamiento a interponer una denuncia en los juzgados por allanamiento contra las trabajadoras de Acasa.

Fueron los empleados que permanecían en la calle los que elaboraron una carta pidiendo la salida de sus compañeros, pero lo cierto es que el final de la protesta estaba cerca. Si salían de la habitación para ir al baño, ya no podían volver a entrar, y las horas corrían en contra de las necesidades físicas. "Ante tal situación extrema y teniendo en cuenta el grave peligro físico y psicológico que corréis los que mantenéis este encierro, el conjunto de esta plantilla exigimos el abandono inmediato de este encierro y autoconvocarnos a nuevas asambleas para organizar movilizaciones contundentes que acaben con esta situación que ya venimos arrastrando desde hace varios años", leyó Hidalgo entre lloros. Y así, como héroes recriminaron al Ayuntamiento "la falta de sensibilidad y el trato vejatorio". "Vamos a seguir la lucha, es un paso muy grande. Este colectivo lleva más de tres años siendo humillado y ya hemos dicho basta", declaró la presidenta del comité, Encarnación Barrios ya en la calle, mientras que las compañeras gritaban que "estamos orgullosas de vosotras" y que "el poder está en el pueblo".

Ante las declaraciones de la plantilla y sindicatos criticando la actitud del gobierno local, la alcaldesa, acompañada por los delegados Antonio Saldaña, Javier Durá, Isabel Paredes y Felisa Rosado, compareció al mediodía para reiterar que el Ayuntamiento ha exigido de nuevo la transferencia "pendiente" a la Junta y que en "ningún momento" se ha dado un "trato vejatorio" como denunciaron los trabajadores. García-Pelayo incidió en que la Administración andaluza había cambiado su postura: "Si antes nos decían que el dinero llegaría pocos días después de la resolución, que llegó el 2 de diciembre, ahora nos dicen que el Ayuntamiento haga las gestiones con los bancos, porque no saben cuándo nos lo van a ingresar". Ante esta situación, la regidora popular avanzó que ya están hablando con Cajasol y con el BBVA, "pero el problema es que necesitamos un documento de la Junta que sea como una toma de razón, y es un documento que no tenemos. Por eso es la Junta la que tiene la llave para solucionar esto".

Tras lamentar los acontecimientos sucedidos y valorar positivamente que el Ayuntamiento recuperara la normalidad, la alcaldesa declaró que se puso en contacto con el comité de Acasa para, si querían, celebrar ayer mismo una reunión y abordar el problema de manera conjunta. "Esperamos su respuesta cuanto antes, hoy o mañana a lo más tardar, ya que entendemos que el problema es el mismo y lo que hay que hacer es buscar soluciones por la vía del diálogo", apuntó García-Pelayo, quien incidió en el esfuerzo "titánico" que el gobierno local está realizando para normalizar el pago de este colectivo. "Les he dicho que vayamos juntos a la Junta pero no quieren. Entiendo que el Ayuntamiento es corresponsable de este servicio, pero la financiación de la ayuda a domicilio es de la Junta. No es justo ni lógico que imputen a este gobierno la causa de este conflicto", remarcó la popular. García-Pelayo reconoció que esta situación tiene solución "si vamos todos de la mano. Nos estamos dejando la vida en esto, pero el colapso en Tesorería es literal". En este sentido, la alcaldesa adelantó que iban a convocar una junta de gobierno local extraordinaria y urgente para intentar solucionar el problema que tienen con el pago de los ICOS. "Nos ha llegado un escrito de las entidades financieras del préstamo sindicado que firmó el gobierno anterior, diciendo que si no nos interesan, no podemos pedir ICO ni préstamo de inicio de legislatura", declaró, a la vez que denunció que la Junta aún no ha mandado el informe favorable para que puedan pedir ese crédito de inicio de legislatura. "Los fondos de Diputación del año que viene ya están gastados, y además le debemos cuatro millones de euros... Esto es de vértigo", reconoció la alcaldesa.

El Ayuntamiento hizo hincapié en varias ocasiones que a fecha de ayer la Junta "sigue sin dar fecha de pago para el ingreso del dinero, una estrategia de dilatación del conflicto". Y sin querer dar mucha importancia a las críticas e insultos que recibieron por parte de los manifestantes, García-Pelayo remarcó que "queremos resolver problemas, mirar hacia el futuro y dedicar poco a los enfrentamientos y mucho a los problemas de la ciudad. No van a encontrar aquí un altercado político, pero tampoco nos vamos a mantener callados si nos maltratan e injurian". Por ello, volvió a llamar al diálogo y no "al show mediático" que se vivió durante el encierro.

Cerrado un pequeño e intenso capítulo del conflicto de la plantilla de ayuda a domicilio, estos trabajadores -en su mayoría mujeres- volverán a reunirse hoy en asamblea para preparar las movilizaciones a seguir hasta que no reciban los salarios atrasados de octubre, noviembre y desde hoy, la paga extraordinaria.