La nueva ley educativa, la denominada Lomce, establece los conciertos en función de la demanda, una decisión que muchos sectores, desde partidos políticos a colectivos socio-educativos han calificado como ‘blindaje’ por parte del Partido Popular. A este planteamiento hay que añadir una reciente sentencia del Tribunal Supremo respecto a la supresión de una unidad de Educación Infantil en el colegio concertado San Juan Bosco (en Morón de la Frontera) en el curso 2013/14, sentencia que considera a la enseñanza concertada con carácter complementario con la pública y no subsidiario. A estas dos premisas se agarran los centros concertados en Jerez, cuya demanda de plazas ha sido históricamente muy elevada, tanto que desde hace años este tipo de instituciones pueden presumir de que la demanda supera claramente a la oferta. Así lo demuestran los datos del último proceso de escolarización, el de 2016/17, donde en un 100% se completaron las plazas ofertadas. Es más, el 85% de los centros concertados de la ciudad tuvo excedente de solicitudes, exceptuando el Oratorio Padre Torres Silva y el Hijas de San José, aunque en ambos casos por recomendación del equipo directivo a los padres, que optaron por buscar otras alternativas más seguras y no esperar, como ocurre en muchas familias, al temido sorteo de desempate. En el resto, las solicitudes de matriculación fueron superiores al número de plazas. Ni siquiera la reducción demográfica de 2013, año de nacimiento de los niños y niñas que el pasado curso iniciaban la etapa escolar, sirvió para reducir estas cifras. En algunos colegios, como la Compañía de María, uno de los más demandados de la concertada en Jerez posiblemente porque es el centro que ofrece mayor número de líneas, ocurrió todo lo contrario superándose con creces las cifras del año anterior. Lo mismo ocurrió en centros como Jesús María de La Asunción que tuvo excedente de 17 alumnos/as, La Salle Buen Pastor, con 13, La Salle Mundo Nuevo, con 18, Salesianos Lora Tamayo, con 12, Marianistas, con 10, y El Cuco, el Beaterio, La Salle San José o María Auxiliadora, aunque en estos casos en menor medida. En Jerez, por tanto, la demanda supera a la oferta, siempre hablando de centros concertados, una circunstancia que, con la ley en la mano, garantiza la continuidad de los distintos conciertos establecidos, tal y como han insistido en las últimas horas desde la Junta. Pero, ¿por qué se da esta situación en la ciudad? Entre las causas analizadas aparece, por encima de todo, el talante de la sociedad jerezana, muy clásica en sus costumbres, de ahí que en muchas familias prevalezca el factor religioso como uno de los valores a tener en cuenta en la educación de sus hijos/as. Otros aspectos que entran en juego en este tipo de decisiones, atañe al valor sentimental e histórico de los tutores. Así, un elevado porcentaje de los alumnos y alumnas que acceden a un determinado colegio concertado en Jerez, responde a un factor de tradición. ¿Qué quiere decir esto? Pues que o bien el padre o bien la madre han sido antiguos alumnos/as del centro, e incluso en muchos casos, la línea genealógica se remonta a los abuelos y abuelas, ya que muchos de los centros concertados de la ciudad tiene una antiguedad notable.