Coronavirus Jerez

El jerez no encaja en las medidas excepcionales para el sector del vino

  • El Marco solicita la destilación para uso de boca junto a los usos industrial y energético autorizados por el Ministerio

  • El almacenamiento privado y la poda en verde tampoco se adaptan a los intereses del jerez

Cuadrilla en las labores de castra en la viña Montegilillo de Bodegas Lustau.

Cuadrilla en las labores de castra en la viña Montegilillo de Bodegas Lustau.

El sector del vino afronta una campaña muy complicada en la que la caída de consumo y de valor a causa de la pandemia del coronavirus es sólo la punta del iceberg. El cierre del canal Horeca ha puesto contra las cuerdas al sector, que resiste a duras ante el cúmulo de problemas derivados de la crisis, entre ellos el de los excedentes que dejará la próxima vendimia ante la falta de salida de las existencias en bodegas, asunto que se abordó en el pleno del vino celebrado días atrás.

Antes del estado de alarma, tras la brotación temprana del viñedo, las previsiones del sector apuntaban a una producción muy corta, bastante inferior incluso a ya reducida cosecha de la campaña anterior. Sin embargo, las copiosas lluvias de la primavera han dado un vuelco a la situación y, pese al riesgo creciente de enfermedades como el mildiu y el oidio, la opinión generalizada es que la vendimia de este año será muy similar a la anterior, e incluso hay quien piensa que podría superarse.

Y aunque las cooperativas habían dado ya salida a la mayor parte del vino del último año, alguna que otra remesa se ha visto afectada por el coronavirus al echarse atrás los destinatarios, por lo que se sumarán a los excedentes de la campaña, sin que se esperen grandes necesidades de resposición de las existencias de vino en bodegas a tenor del 30% de descenso estimado para las ventas del año.

El sector prevé un importante problema de excedentes agravado por la caída del consumo

Para colmo, las medidas excepcionales anunciadas por el Gobierno para el sector del vino a fin de paliar en parte las secuelas de la emergencia sanitaria no se adaptan a los intereses del Marco de Jerez, desde el que solicitan al Gobierno que introduzca modificaciones para poder acogerse a unos mecanismos de crisis, ya de por sí limitados tanto en volumen como en su compensación económica.

De acuerdo con las directrices marcadas por Bruselas dentro de la flexibilidad de los programas nacionales, la propuesta presentada por el Ministerio gira, básicamente, en torno a dos medidas troncales: la destilación de crisis y el almacenamiento privado, con un coste estimado de unos 57,5 millones de euros y que se complementarían con otras actuaciones vinculadas como la poda en verde o la limitación de los rendimientos para la próxima vendimia.

En el primero de los casos, se plantea una destilación de crisis por importe de 0,25 eurosj por hectolitro para destiladores autorizados hasta un máximo de dos millones de hectólitros de vino de cualquier tipo, si bien entre sus usos no se recoge el denominado uso de boca, que permite destinar el alcohol vínico obtenido en la elaboración del vino y el brandy de Jerez.

El Consejo admite que "el jerez lo tiene complicado para beneficiarse de las ayudas, pero no renunciamos a ello"

El Consejo Regulador ha dado traslado a la Consejería y al Ministerio de Agricultura de su solicitud para que se incluya el uso de boca junto a los usos industriales y energéticos previstos para, de esta forma, poder desviar parte de la producción de uva de la vendimia a la obtención del alcohol vínico empleado por los vinos y brandies jerezanos, sin necesidad de recurrir a materia prima de fuera.

La institución jerezana del vino también ha elevado consulta para conocer los criterios estipulados para acogerse al almacenamiento privado, medida pensada para vinos de añada más que para los de crianza dinámica por el sistema de criaderas y soleras y a través de la que se permitirá la retirada por un periodo de entre 9 y 12 meses del mercado de 1,5 millones de hectolitros de vino con DOP a granel con una ayuda para las bodegas de 0,02 euros/hectolitro.

En cuanto a la poda en verde, que implica dejar la uva en el campo, los viticultores del Marco la descartan por el escaso importe de las ayudas.

El director general del Consejo Regulador, César Saldaña, explica que “el jerez lo tiene complicado para poder beneficiarse de estas medidas, pero no renunciamos a ello”, por lo que se han puesto manos a la obra para hacer números y calcular los posibles excedentes, que en todo caso dependerán de la cosecha final que aún puede variar en función de las condiciones meteorológicas que se den en julio y agosto.

Al igual que Saldaña, que indica que el precio inicial no invita porque es muy bajo, un responsable del sector product¡or asgura que “el jerez no puede acogerse a nada y los precios no compensan”.

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