Los trabajos vinculados a la limpieza y la concesión de subvenciones a familias y entidades sin ánimo de lucro fueron dos de los gastos del Ayuntamiento que más aumentaron durante 2020, un año marcado por la necesidad de gestionar la pandemia del coronavirus. El gobierno local aprobó en julio la liquidación correspondiente al pasado año, pero no fue hasta ayer cuando los datos pormenorizados fueron hechos públicos por el Ministerio de Hacienda para conocer con más detalle en qué medida ha afectado la crisis sanitaria en las cuentas municipales.

El capítulo que más aumentó durante el pasado año fue el de gastos en bienes y servicios, que supone casi el 35% del presupuesto municipal. Especial mención tiene el gasto incluido bajo el epígrafe de limpieza y aseo que engloba mayormente la recogida de residuos y limpieza viaria y que aumentó en 4,9 millones en relación con el año anterior, hasta situarse en los 17,9 millones. No obstante, no alcanzó el nivel de gasto previsto en un inicio (unos 20 millones aproximadamente). Vinculado también a la crisis del covid, aumentó el coste del suministro de vestuario al personal municipal, que casi triplicó al coste del ejercicio anterior.

Asimismo, en el pasado ejercicio hubo un aumento en el importe destinado al encargo de estudios y trabajos técnicos, que supuso un coste de unos 3,2 millones, 2,4 millones más que en 2019.

Mientras tanto, los gastos que genera la plantilla municipal se llevaron el 37% del presupuesto municipal del año pasado. Los 81,5 millones destinados a este capítulo el pasado año superan en unos 300.000 euros el presupuesto establecido inicialmente. Ahora bien, tras dos años donde se había bajado en este capítulo, esta tendencia se rompió en 2020 al incrementarse el gasto en algo más de 366.000 euros respecto a 2019.

En cuanto a las transferencias, el Ayuntamiento destinó al sostenimiento de su grupo municipal algo más de 15 millones de euros y 4,6 millones a los ayuntamientos pedáneos. No obstante, en este capítulo destaca el notable incremento en subvenciones a familias e instituciones sin ánimo de lucro que aumentó en un 41% en relación con 2019 (pasó de 6,5 a 9,2 millones de euros).

Sobre las inversiones, de los 10,4 millones previstos en el presupuesto que se aprobó antes de que estallara la pandemia, el Ayuntamiento gastó un 60%. Ahora bien, parte del importe pendiente se está ejecutando a lo largo de este año. Finalmente, tuvo que reservar en torno a 21 millones de euros para afrontar la deuda financiera que arrastra el Consistorio.

El gobierno municipal, durante una comparecencia pública el pasado mes de junio.

Bajada en la plusvalía y los precios públicos

En relación con los ingresos, el Ayuntamiento jerezano obtuvo en 2020 por la vía tributaria (impuestos directos e indirectos así como por tasas y precios públicos) unos 127 millones de euros aproximadamente. Este importe supone el 55% de las entradas de capital en las cuentas municipales. Ahora bien, no solo no se alcanzó las previsiones que aprobó en enero de 2020 que estimaba unos ingresos por estos conceptos de 136 millones, sino que tampoco pudo superar los registros obtenidos en 2018 y 2019.

Pormenorizando en los impuestos directos, el Consistorio obtuvo 82,3 millones de euros en derechos reconocidos, un 4% menos de lo inicialmente previsto. Aunque los ingresos por el IBI Urbano (Impuesto de Bienes e Inmuebles) se cumplieron prácticamente, no ocurrió lo mismo con la plusvalía que, aunque aumentó la recaudación respecto a 2019, no se alcanzó la previsión. Así, de los 11,5 millones contemplados inicialmente el Ayuntamiento percibió 9,4 millones.

En cuanto a las tasas y otros ingresos, el Consistorio percibió el pasado año unos 35,5 millones, aproximadamente un millón más que lo obtenido en 2019, pero un 6,3% menos de lo presupuestado para ese ejercicio. Así, los 2,9 millones de euros que se pretendían obtener de licencias urbanísticas, finalmente se quedó en poco más de 1,5 millones.

Los ingresos por precios públicos también se vieron notablemente afectados por las restricciones decretadas durante el pasado año. De este modo, las arcas municipales obtuvieron casi la mitad que e l año anterior (850.000 frente a 1,5 millones).

Siguiendo con las transferencias recibidas por las administraciones, el Consistorio percibió unos 72,6 millones, unos 800.000 euros más que el ejercicio anterior. El mayor importe lo recibió como es habitual del Estado de la llamada Participación en los Ingresos del Estado (PIE), que alcanzó los 48,1 millones. Sin embargo, no se cumplieron las previsiones en algunas de las transferencias previstas de la Junta de Andalucía.

Así, de los 17,3 millones presupuestados en materia de servicios sociales, el Consistorio dejó de percibir unos 2,2 millones; mientras en Educación faltó por recibir unos 92.000 euros de los 166.000 esperados. Tampoco recibió el Consistorio una transferencia por importe de 1,2 millones con cargo a la Diputación Provincial recogida en el presupuesto del pasado año.

El total de los ingresos que percibió el Ayuntamiento el pasado año ascendió a 237,1 millones de euros, 11,9 millones de euros más de los previstos. Esto se debe en gran medida a los 38,8 millones que obtuvo de las líneas de crédito habilitadas por el Ministerio de Hacienda para poder atender facturas y sentencias condenatorias.