Economía municipal

Las cuentas generales de 2019 y 2020 se aprobarán en un pleno en octubre

  • El cierre contable de los dos últimos ejercicios pasa su primer trámite tras el informe de la comisión especial de cuentas

  • Los expedientes se expondrán públicamente ahora durante 15 días

La alcadesa y la delegada de Economía.

La alcadesa y la delegada de Economía. / Manuel Aranda

Las cuentas generales de 2019 y 2020 se llevarán a un pleno que se celebrará a finales del próximo mes, concretamente a la sesión ordinaria prevista para el día 28. Ambos cierres contables pasaron este martes por la comisión especial de cuentas para ser informadas de manera favorable.

El encuentro de este órgano, como era de esperar, fue un mero trámite, aunque necesario para que ambos expedientes puedan proseguir su tramitación. Así, las cuentas recibieron el voto favorable del gobierno municipal y la abstención del resto de formaciones. No obstante, este posicionamiento de los grupos en este tipo de comisiones suele ser este ya que se opta por esperar al pleno para dar a conocer su voto sobre las propuestas que se debaten.

Ahora, tal y como establece la normativa, ambas cuentas deberán exponerse públicamente durante un plazo de 15 días para que se puedan presentar reclamaciones, reparos u observaciones. Tras esto, y una vez analizadas las alegaciones, si las hubiera, el expediente debería remitirse al pleno para su ratificación. Y, finalmente, proceder al trámite de rendir las cuentas ante tanto el Tribunal de Cuentas como la Cámara de Cuentas de Andalucía.

Si no hay ningún contratiempo en este procedimiento, el gobierno espera llevar las cuentas de ambos ejercicios al pleno ordinario del mes de octubre. Esto fue lo que comunicó la delegada de Economía, Laura Álvarez, al resto de miembros de la comisión especial de cuentas en la mañana de este martes, según las fuentes consultadas por este periódico (el ejecutivo no lo aclaró públicamente a pesar de la pregunta realizada por este periódico).

La Ley Reguladora de las Haciendas Locales establece que los ayuntamientos están obligados a rendir cuentas de un ejercicio antes del 15 de octubre del año siguiente. Ahora bien, la Cámara de Cuentas de Andalucía contempla en su normativa una ampliación de este plazo hasta el 31 de octubre de cada año.

De este modo, si no hay cambios que trastoquen los planes y se agilizan los distintos pasos administrativos y los informes correspondientes, el Consistorio podría rendir la cuenta de 2020 dentro del plazo que dictamina el órgano fiscalizador andaluz (no así del Tribunal de Cuentas), una obligación legal que se había venido incumpliendo de manera constante desde hace décadas en el Consistorio jerezano, aunque bien es cierto que en los últimos años se había logrado reducir el retraso en aproximadamente un año.

Mientras, sí están fuera de plazo la de 2019, que se deberían haber rendido antes del 31 de enero (un plazo que se amplió al fijado por ley por la paralización de los procedimientos administrativos decretado al inicio del estallido de la pandemia del coronavirus). No obstante, en el caso de que se ratifiquen a lo largo del próximo mes, también se habrá recortado el tiempo de aprobación respecto a la última cuenta rendida hasta ahora, la de 2018, que tuvo un año y un mes de retraso en enviarse a los órganos fiscalizadores correspondientes.

Las cuentas de 2020 han estado condicionadas especialmente por la pandemia del coronavirus. Según los datos apuntados la pasada semana por la responsable del área económica municipal, durante el pasado año se produjo una disminución de los ingresos de unos 12 millones de euros y un aumento de los gastos que rondaron los tres millones de euros.

Teniendo en cuenta las magnitudes dadas a conocer por Álvarez, la cuenta general de 2020 arrojó un superávit presupuestario de unos 28,9 millones de euros. En cuanto a las empresas municipales, Comujesa y Emuvijesa pudieron cerrar con números positivos; en cambio, tanto Cirjesa como Ememsa acabaron el año en negativo debido al impacto de la caída de la actividad en sus cuentas de resultados por la pandemia de la covid-19.

En la comparecencia celebrada la pasada semana, la responsable municipal incidió en la reducción del remanente de tesorería hasta situarse en un negativo de 61,8 millones (en 2019 el importe fue de 72,2 millones) como muestra del “cambio de rumbo de la gestión económica-financiera del Ayuntamiento”.

Por contra, el Ayuntamiento aumentó su deuda total hasta los 1.016 millones debido al incremento del adeudo financiero. Y, aunque no estaba obligado a ello, incumplió las reglas fiscales (objetivo de estabilidad, regla de gasto y nivel de endeudamiento) debido precisamente al impacto de la pandemia en los ingresos y gastos municipales.

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