La defensa del 'crimen del botellón' pone el arma en manos de la víctima

Los abogados de los dos jóvenes acusados de asesinato pedirán al tribunal del jurado la libre absolución para ambos alegando tanto legítima defensa como falta de pruebas

Un grupo de jóvenes reunido en el lugar donde acaecieron los hechos el pasado verano.
Manuel Moure Jerez

02 de marzo 2013 - 01:00

Las defensas de los dos jóvenes acusados por el conocido como 'crimen del botellódromo' pedirán durante el juicio que ambos sean absueltos del delito de asesinato del que se les acusa. La intención, como se puede imaginar, choca frontalmente con la petición de la Fiscalía, que solicita contra cada uno de ellos penas de quince años de prisión, mientras que el abogado de la familia de la víctima, Alfredo Velloso, pide diecisiete.

Manuel Hortas, conocido letrado jerezano que defiende a Jaime D.R. (acusado de asestar cuatro puñaladas al menor de edad Jairo G.M. y causarle la muerte) sostiene que lo hizo "en legítima defensa por cuanto la acción de Jaime pretendió sólo rechazar la agresión ilegítima de que era objeto y que se efectuaba con un arma blanca que llegó a causarle lesiones sin haber provocado en forma alguna esa acción en su agresor".

El abogado reconoce que hubo un homicidio, que no un asesinato, y solicita la libre absolución ya que su cliente actuó bajo "un miedo insuperable", el cual se presentará a modo de eximente. Sostiene Hortas que la acción vino causada "por la agresión que sufría y por los antecedentes vividos con anterioridad a manos de Joshua M. (amigo del fallecido) y sus acompañantes, entre quienes se encontraba Jairo G.M, su agresor en aquellos momentos".

En la calificación provisional que realiza Manuel Hortas se recuerdan todos los hechos previos que acabaron provocando la tragedia. Así, apunta que en la madrugada del miércoles de la Feria del Caballo del año pasado Joshua (amigo de Jairo) agredió a Jaime porque bailó y habló con una chica que por entonces era novia suya. También apunta que "el 3 de junio de 2012 (un mes y 20 días antes del crimen) Joshua agredió de nuevo a Jaime, sufriendo éste una luxación de hombro" (el brazo se sale de su articulación) de la que tuvo que ser tratado en el hospital al que llegó tras huir del lugar "mientras Joshua y quienes iban con él le lanzaban objetos mientras les acosaban". Desde entonces el ahora acusado "intentó evitar por todos medios el contacto con el tal Joshua debido al miedo causado por los acontecimientos y las lesiones sufridas".

El día de autos (21 de julio pasado) "ante la insistencia de sus amigos Jaime accedió a ir al 'botellódromo'. Al poco de llegar se le acercó Joshua y comenzó una discusión en la que éste manifestó su intención de agredirle de nuevo. "Sin dar tiempo a Jaime a abandonar el lugar, Joshua se acerca de nuevo a Jaime, esta vez acompañado de otras personas entre las que se encontraba Jairo". (...) En ese momento Jairo se acerca y pregunta a Joshua por la persona con la que habla: "¿Es éste?", dice, "a lo que Joshua responde que no, que era Jaime, al que señala".

Tras señalar que el acusado no había tenido tratos con la víctima, el escrito de defensa apunta que "en ese momento, Jairo golpeó sin previo aviso a Jaime en la cara y comenzó a agredirle si razón alguna; Jaime sintió un pinchazo ardiente en el brazo izquierdo y tras forcejear con Jairo le quitó de la mano la navaja que portaba y con la que le había pinchado, golpeándole con ella en varias ocasiones con la finalidad de alejarlo de él y poner fin a la pelea. Cuando Jairo cae al suelo, Jaime se marcha del lugar para evitar que otro amigo de Joshua le agreda de nuevo y para ser curado de las heridas que presentaba". Se trató de una herida incisa de 1 centímetro en la cara anterior del antebrazo izquierdo, hematoma en el párpado inferior derecho y heridas incisas en el cuarto y quinto dedo de la mano derecha y luxación del hombro". "El estado de Jaime era de profunda alteración de sus facultades (...) tanto por las agresiones sufridas como por la actitud de Joshua, Jairo y sus acompañantes", explica su abogado.

Por otro lado, Agustín Velloso, abogado de Fernando M.R. (acusado de pasarle a Jaime la navaja) asegura que su defendido "no intervino para nada". "Nos hacemos preguntas -declaró a este medio- como si Jaime le inculpó con la intención de repartir la culpa, haciéndolo con el primero que tiene al lado. Quizás pensó que con ello mitigaría la culpa. También nos preguntamos en qué estado físico y anímico declaró ante la Policía Judicial, sin tener además un abogado al lado suyo". Por todo ello solicita la libre absolución. "Partimos de la presunción de inocencia que acoge a todo ciudadano. Además, hay un hecho importante como que no hay huellas en el arma ni declaración que le inculpe", concluyó el letrado.

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