Los vecinos de la plaza de El Gastor en la barriada de La Granja se llevaron la noche del sábado un buen susto, ya que una de las palmeras de la zona se desplomó de cuajo sobre la acera, y provocó daños de importancia a una de las motocicletas aparcadas. Los residentes se quejaron de la falta de mantenimiento de la planta, que se ha ido deteriorando con el paso del tiempo por el efecto del picudo rojo, hasta que finalmente se pudrió, lo que provocó se caída. Hay que destacar que no es la única palmera en peligro de desplome en la zona, ya que los vecinos alertan de que hay otras también en muy mal estado de mantenimiento, en lugares mucho más concurridos.

El picudo rojo ha hecho estragos y de hecho son muchos los muñones de palmeras que hay repartidos por la ciudad. Hay que recordar que el pasado enero las fuertes rachas de viento provocaron caídas de varias palmeras muy afectadas por el picudo. En el censo de Medio Ambiente de 2005, en esta ciudad habría registradas 4.739 palmeras en los espacios públicos. De éstas hay de tres tipos canaria, datilera y washingtoniana. Las que se vieron más afectadas por la plaga el pasado año fueron los ejemplares de las palmeras canarias, de las que según ese censo en los espacios públicos habría registrados 1.194 ejemplares.

La Granja, sin embargo, no es la única zona de la ciudad carne del abandono por parte del Ayuntamiento o de Medio Ambiente. Hay que recordar que los vecinos de Estancia Barrera ya han denunciado en numerosas ocasiones el estado en que se encuentra la zona Sur. Aquí, el bulevar para pasear es una auténtica jungla, en la que hay que esquivar ramas y saltar matas de margaritas blancas. Las hierbas alcanzan alturas elevadas y las ratas entran hasta las cocinas de las viviendas.