20 días de febrero

No podía imaginar nadie que, en poco más de cinco años, uno de los pilares que vislumbraba el renacer de la provincia de Cádiz no sólo no acertaría en sus intenciones, sino que él mismo acabaría doblando la rodilla.

20 días de febrero en el año 2007. Es el intervalo temporal que separa el día 2 del día 22 de ese mes. El día 2, el flamante consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Fernández, que había ocupado puestos de responsabilidad en la provincia años atrás, jerezano y profundo conocedor de la realidad laboral gaditana, apretaba las manos de, entre otros, la secretaria de Estado de Hacienda, Juana Lázaro, y de la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez. Ese día nacía una utopía, un proyecto idílico y, como se demostraría con el paso del tiempo, uno de los imposibles con los que se acabó topando el propio Fernández, el parque industrial y tecnológico de Las Aletas que poblaría la Bahía de empresas y de posibilidades de empleo en diversos sectores. Hoy, allí, se siguen cazando perdices los fines de semana.

El día 22 de ese mes, de ese año, Delphi anunciaba el cierre en Puerto Real. Sin saberlo, ese día comenzaba una espiral que aún no ha terminado. Esa misma jornada, todos los dirigentes políticos conocidos en cualquier ámbito (desde el local al nacional), se abrazaban a una frase: “No os dejaremos tirados” y un lema: “Hacer de la crisis una oportunidad”.

Más de cinco años después, Las Aletas aún no respira; hay más de 500 ex trabajadores de Delphi por recolocar y otros 300 recolocados de vuelta al paro. Y Fernández, en prisión acusado de ser el ideólogo de la conocida trama de los ERE. Que la apuesta del entonces consejero de Empleo por esta provincia siempre fue decidida no tiene ningún resquicio de dudas; pero que ha sido todo un fracaso, tampoco.

Sobre Las Aletas, hay que decir que fue precisamente bajo la tutela de Concepción Gutiérrez cuando la Junta decidió asumir las competencias directas sobre esta superficie. Poco después, a mitad de 2008, Fernández era nombrado vicepresidente del Consorcio, cargo en el que permaneció hasta abril de 2010, cuando fue sustituido por Luis Pizarro.

Más complicada fue su gestión en el proceso post-Delphi y en la llamada reindustrialización de la Bahía de Cádiz. Desde que la multinacional cerró se aprobaron distintas partidas en ayudas dirigidas primero a la formación de los ex trabajadores y, más adelante, para la recolocación en distintas empresas que llegaban a la Bahía.

Así, en total, en 15 meses, el periodo que transcurre entre enero de 2009 y marzo de 2010, las órdenes de ayudas y subvenciones firmadas por Antonio Fernández como consejero sumaron la cantidad de 62.581.006 euros. Si se acude a la habitual norma de encontrar la media, resulta que el gasto avalado por Fernández en el proceso Delphi fue de 4,17 millones al mes; o de 34.767 euros por cada uno de los 1.800 trabajadores que se vieron afectados por el cierre.

De todas esas ayudas, la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE) recibió 28.612.566,08: una primera partida de 14,1 millones en enero de 2009; 2,7 millones más en octubre de ese mismo año; 8,9 millones más en enero de 2010; y 2,7 millones en marzo de 2010.

El resto de subvenciones se reparten entre las recibidas por la Asociación de Apoyo al Medioambiente (Natura), de un total de 3.969.906,24 euros; otros 5.906.315,76 euros recibidos por la Asociación de Empresas Aeronáuticas; idéntica cantidad para la Asociación para la Sociedad de la Información (Innova); y de nuevo 5,9 millones para la Asociación par la Calidad Europea (Inteca); otros 4.330.074, 56 para la Asociación de Apoyo a la Integración (Humanitas); otros 2.270.900 para las Escuelas Profesionales Sagrada Familia (SAFA); y 1.589.630 euros para la Fundación Forja XXI.

Pero hubo más ayudas, en este caso, dirigidas a la contratación de extrabajadores de Delphi en empresas que llegaban a la Bahía. Son los casos de Alestis y de Gadir Solar. El destino quiso que el mismo día, el 28 de septiembre de 2009, el propio Antonio Fernández inaugurase las nuevas instalaciones de Gadir Solar y colocase la primera piedra de la futura planta de Alestis en Puerto Real. Sobre su firma se ordenó pagar 909.000 euros a Gadir Solar por la contratación indefinida de 101 ex Delphi (cantidad que hoy la Junta reclama a la empresa de Aurantia por no cumplir con tal fin); y 2.862.000 euros que se abonaron a la entonces SK-10 Desarrollo y Tecnología por contratar a 318 personas procedentes de Delphi, así como otras 31 contrataciones en SK-10 Composite. Ambas firmas se integraron posteriormente en Alestis y, hoy día, más de un centenar de esos operarios siguen afectados por un ERE temporal que podría ir a más. Por tanto, 62,5 millones de euros después, el afán de Antonio Fernández por saldar la deuda prometida con los ex Delphi queda en nada: sólo unos 600 prejubilados que también han tenido problemas para cobrar sus pólizas. Y, de modo general, tampoco fue capaz de frenar la imparable escalada de una cifra que él siempre afirmó que le atormentaba y de la que fue responsable durante muchos años: el paro.

Antonio Fernández hizo un titánico esfuerzo por la Bahía que sirvió para enterrar 62 millones de euros. La EPA, el pasado viernes, informó de un nuevo récord: 204.100 parados en la provincia