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INVERSIONES | UNA DÉCADA DEL PROYECTO QUE TRAJO EL GOBIERNO DE PILAR SÁNCHEZ

Todoterrenos que engañaron a todos

  • Se cumplen diez años de un gran fiasco: la llegada de Zahav Motor

  • El Ayuntamiento, tras recuperar los terrenos y la nave, decide no venderlos y los usará para “una necesidad de espacio municipal” 

  • La empresa jerezana que construyó la nave sigue pleiteando con Zahav en los juzgados

Fue, en plena crisis, la inversión que venía a paliar la sangría laboral que se vivía en Jerez, abriendo las puertas a la recuperación industrial perdida. Y fue, en el inicio de su segundo mandato, una de las mayores apuestas de la alcaldesa socialista Pilar Sánchez tras la llegada, años antes, de la multinacional Ikea.

Hablamos de Zahav Motor, la planta de ensamblaje de todoterrenos que nunca llegó a construirse y de cuyo anuncio a bombo y platillo se cumplen ahora diez años. Probablemente fue el mayor fiasco del gobierno de Pilar Sánchez, que ha traspasado mandatos municipales y sigue dando que hablar a día de hoy. Un ‘bluf’ en toda regla que eclipsó inversiones como la citada de Ikea y devolvió a la memoria engaños como los de Sherryworld o Euroamerican en tiempos de Pedro Pacheco.

De Zahav se venía hablando, como un caramelo, desde un año antes, en 2008. La provincia de Cádiz se sacudía aún del mazazo del cierre de Delphi, casi dos mil despidos (que por cierto también sigue dando que hablar) en febrero de 2007 que hacían urgente la llegada de nuevas inversiones industriales que generasen empleo a gran escala. De hecho, desde la Consejería de Innovación que dirigía entonces Francisco Vallejo, se habla de la llegada de Zahav Motor a una parcela de terrenos muy cercana a los que ocupó la multinacional norteamericana Delphi. Y ya se apuntaban las cifras que luego se reproducirían con el cambio de ubicación en Jerez: 50,7 millones de euros de inversión y 540 empleos directos.

Tras una guerra interna dentro del socialismo gaditano que situó luego la factoría en Alcalá de los Gazules, cuna del ‘pizarrismo’, Pilar Sánchez anuncia que el “gigante” de capital chino e iraní finalmente se había decidido por instalar su nueva planta europea en Jerez, que había conseguido así “arrebatar” la jugosa inversión a otros municipios de la provincia gaditana e incluso de Málaga. El lugar elegido: una parcela municipal de la Ciudad del Transporte que con la aprobación del nuevo Plan General pasarían de tener uso como equipamiento público a uso para actividades económicas, industrial en este caso, tras la preceptiva recalificación. A partir de ahí comenzó un baile de cifras y plazos que duraría casi cinco años hasta la confirmación definitiva del fracaso del proyecto.

En mayo de 2009, Pilar Sánchez y miembros de su equipo comienzan a hacerse fotos con los representantes de la empresa, José Luis Mesía Sali y Raad Al-Zahawi, director de Expansión y presidente de lo que también se llamó Zahav Automobile. Primera comparecencia en el Ayuntamiento: “Zahav quiere empezar a fabricar vehículos en un par de años. La compañía comenzará ensamblando entre 10.000 y 15.000 todoterrenos al año, hasta llegar a 30.000 cuando llegue al máximo rendimiento”. Mano de obra muy cualificada, un servicio de hostelería y sanitarios para la planta de Jerez... A la ciudad le había tocado la lotería. Tanto que en noviembre de ese año la compañía cambia de planes y decide que no levantará la planta en dos años, sino que acelerará los plazos y lo hará en año y medio. Ya no se habla de 50,7 millones de euros de inversión, sino de 92,3 millones. Dice Al-Zahawi que el proyecto de Jerez “se hará todo en una fase”. La casa por la ventana, para qué esperar. La primera fase, anuncian, la siguiente primavera.

El gobierno municipal de Pilar Sánchez recibe con regocijo todos estos anuncios. No le sorprende ni preocupa lo más mínimo que el proyecto de Zahav Auto Industry (tenía nombres para dar y regalar según el momento) estuviese encabezado en Jerez por José Luis Mesía, un directivo de origen marroquí que procedía de Málaga y del que sólo se sabía que el Gobierno le había indultado poco antes, en octubre de 2008, tras una condena a tres años y medio de prisión por un delito de apropiación indebida (sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga). “Prevaliéndose de su cargo” como presidente de la Asociación Andaluza de Minusválidos y Mayores de 45 años (Asami), “se apoderó en beneficio propio de fondos de la asociación, domiciliando con cargo a la cuenta de Asami recibos procedentes de consumos de energía eléctrica, teléfono y pólizas de seguro exclusivamente personales y de algún familiar”, señalaba la sentencia.

Tampoco extrañó en el entregado gobierno Sánchez que el director del proyecto de Zahav lo que fuera, el estadounidense Alan Bazzaz, se marchase sólo un año después de llegar a Jerez. La oposición, que en principio se mostró cauta con el proyecto, empezó a expresar sus recelos en 2011, pero cada sospecha era respondida desde el equipo de la alcaldesa con el recuerdo al éxito de la inversión de Ikea, de la que la oposición también había recelado, y por parte de Zahav con nuevos plazos y mejoras en la inversión que nunca llegaron.

Ese fue el año que marcó un punto de inflexión. Ya sólo se hablaba de 26 empleos, de usar 40.000 de los 120.000 metros cuadrados de la parcela y comienzan a llegar, en julio, las primeras señales de impagos a las constructoras jerezanas que participaron en el proyecto, como el Grupo Inversor Masol, con quien a día de hoy mantiene un litigio en los tribunales. Zahav, que desde su llegada en 2009 sólo había invertido 30.000 euros en la ciudad, pierde poco después el crédito que le había dado Industria para implantarse en Jerez.

El cambio de gobierno en la ciudad, ya con el PP de María José García-Pelayo, supone el inicio de los trámites para recuperar los terrenos del Ayuntamiento, que se consiguen judicialmente en agosto de 2016, ya con la socialista Mamen Sánchez en la Alcaldía: “En principio se pensó en hacer un pliego para ponerla en venta (se pidieron inicialmente 8,1 millones por 115.000 metros), pero hace un par de meses nos salió una necesidad de espacio municipal. Y en vez de comprar otra cosa, la vamos a utilizar. En eso se trabaja ahora”, explica la alcaldesa.

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