Un gigante ajeno a la crisis

El comercio chino, lejos de resentirse por los tiempos que corren, se muestra cada vez más fortalecido · Los comerciantes jerezanos critican que no cumplan los horarios establecidos en la Ley del Comercio

Un gigante ajeno a la crisis
Jorge Miró / Jerez

21 de junio 2010 - 01:00

Desde que Man Yuk Chan Shou llegara en 1983 a nuestra ciudad para montar su popular restaurante en la urbanización El Bosque hasta ahora ha llovido mucho. Fue el primer ciudadano chino que se estableció en Jerez, una suerte de explorador que llegaba a un nuevo mundo. Sin embargo, hoy día, rara es la zona de nuestra ciudad donde no haya un negocio regentado por ciudadanos orientales.

En los tiempos que corren, el conocido popularmente como 'gigante asiático' no parece conocer la palabra crisis. Año tras año, son más los negocios que abren sus puertas, sobre todo los conocidos como 'multiprecios', los antaño 'todo a cien' en los que ahora se puede encontrar casi todo a precios muy populares, imposibles de igualar por los comercios tradicionales.

Pero este 'boom' del comercio chino se remonta varios años atrás, cuando tras la última Ley de Extranjería comenzaron a llegar a España ciudadanos de países no comunitarios. Los orientales, pueblo trabajador donde los haya, encontraron en nuestro país un lugar donde desarrollar sus negocios, favorecidos además por las facilidades que se encontraron.

Pero la gran pregunta que se hace el ciudadano es: Con la que está cayendo, ¿de dónde sacan el dinero? Muchos lo traen desde China, pero básicamente lo consiguen trabajando, y mucho. Estos negocios, familiares, tienen muy pocos gastos, ya que no es raro que el jefe sea además padre, esposo, tío, cuñado o hermano de los trabajadores. Todo queda en casa. Así lo señala Minli Wu (Zheijiang, 1978), con dos negocios en Jerez: Gran Muralla, en la calle Doña Blanca, y Euro mínimo, en la avenida de Europa. Llegó a Jerez procedente de Francia y en nuestra ciudad lleva ya 17 años. Su padre heredó el restaurante Gran Muralla, en la calle Medina, de un primo. Minli empezó trabajando allí, pero cuando el negoció prosperó montaron el bazar de la calle Doña Blanca. "El esfuerzo es algo que hemos heredado de nuestros padres -señala- . El chino vive para trabajar, no sabe disfrutar. Solamente piensa en trabajar y ahorrar dinero".

Es por eso mismo que también venden tan barato. Las cadenas de producción en China son fieles y baratas, ya que siguen siendo familiares, aunque cada vez más compran a mayoristas. Lo que sí es cierto es que lo que venden aquí por diez euros allí lo fabrican por tres. Además, el sueldo medio allí es también muy bajo. Según Minli, en euros se puede traducir al mes en "100 ó 200".

Otra de las claves del éxito de estos comercios es la "unidad". "los chinos estamos siempre muy unidos. Nos ayudamos mucho entre nosotros, siempre nos damos facilidades a la hora de pagar o se fía la mercancía. La confianza entre nosotros es muy importante", destaca Minli.

Además, en estos tiempos en los que la crisis no hace más que provocar el cierre de negocios, ellos aprovechan para adquirir los locales que se quedan vacíos. Si les gusta, pagan lo que les pidan, y además al contado. Ahí está el ejemplo de la tienda que cerró en la 'milla de oro' de Jerez, la calle Larga, hoy convertida en un multiprecios; o las instalaciones de la antigua estación de autobuses. Otro caso destacado es el de una de las tiendas que regenta Minli junto a algunos familiares, la de la avenida de Europa. Han alquilado las instalaciones, de 3.000 metros cuadrados y dos plantas a una empresa de electrodomésticos, artículos para el hogar, electrónica e informática. Ahora están liquidando el stock de la anterior tienda y además venden cientos de productos, desde artículos de papelería hasta ropa con precios muy populares.

Y es que, ante esto, los comerciantes tradicionales de Jerez saben que no pueden competir. Para Manuel García, presidente de Asunico, el problema del comerciante chino es la "falta de integración. Siempre hemos dicho que si ellos han venido a nuestro entorno, donde hay un comercio consolidado, en el que hay unas reglas y donde cumplimos con la Ley del Comercio, nos gustaría que la respetaran. Si hay unos horarios que cumplimos nosotros, también los tienen que cumplir ellos".

Y es que son muchos los comercios que abren fines de semana y festivos con horarios de hasta 15 horas. Es el caso, por ejemplo, de un pequeño comercio de alimentación de reciente creación en la calle Medina, donde además de productos españoles se pueden encontrar todo tipo de alimentos y bebidas de China y que abre de nueve de la mañana a doce de la noche de lunes a domingo.

Así y todo, para Manuel García, el que nazcan tiendas de este tipo en Jerez, enriquece a la ciudad. "Estos comercios son muy atractivos, porque ofertan productos que es muy difícil encontrar a menos que sea en tiendas especializadas", señala.

Hay también una leyenda, que se podría tildar de urbana, que dice que los ciudadanos chinos no pagan impuestos durante cinco años. Eso lo desmiente categóricamente Felipe Chen, portavoz de la Asociación de Comerciantes Chinos en España, que señala que "esa pregunta me la han hecho miles de veces" y bromea. "Zapatero no nos ha hecho ese favor todavía". Aunque en Andalucía no hay miembros de esta asociación, quiere incidir en que mayoritariamente, los negocios regentados por ciudadanos chinos en España "están dentro de la legalidad. Cumplimos con las leyes, pagamos la Seguridad Social y en el tema de los horarios, eso depende de las comunidades. Por ejemplo, en Madrid se permite en algunos casos abrir las 24 horas".

Pase lo que pase, y sea como fuere, las tiendas de multiprecios son, y todo hace indicar que lo seguirán siendo en el futuro, la franquicia más potente que existe en el mundo. Y es que, como afirma, medio en broma medio en serio Minli Wu, "nosotros no le hacemos la competencia a Ikea; Ikea nos la hace a nosotros".

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