La huelga general se movió en Jerez al ritmo que marcaron los piquetes, o si se prefiere, a ‘piquetazo’ limpio, pues la nota destacada de la jornada fue la ausencia de incidentes que reseñar. En líneas generales, la convocatoria tuvo especial repercusión en el comercio del centro y Mercajerez, anulados ambos por la acción de los piquetes, mientras en el transporte urbano los servicios mínimos tardaron en entrar en funcionamiento por lo que el comité de empresa atribuyó a falta de planificación de la concesionaria. Otos servicios municipales, como la limpieza y recogida de basuras, también vieron reducida a mínimos su actividad.

En el resto de sectores, el seguimiento fue muy desigual. Entre los de menor actividad, el industrial es el más significativo, mientras en el extremo opuesto figuran la Sanidad y la Enseñanza. Muchos negocios cerraron sus puertas por convicción; otros,  por miedo a represalias; en otros muchos se trabajó a puerta cerrada; y en las zonas a las que no llegaron los piquetes la actividad fue mucho más intensa, rozando la normalidad salvo por la ausencia de clientes, ya sea por solidaridad ya sea porque adelantaron sus compras para evitar conflictos.

Y desde la perspectiva de los trabajadores, también hubo un poco de todo: los que secundaron la huelga; los que fueron a trabajar bajo presión o por miedo a perder el empleo; los que trabajaron por decisión propia; y los que querían trabajar y no les dejaron.

La convocatoria, recopilando las distintas versiones, se movió entre el éxito y el fracaso; el éxito de paralizar la actividad en muchos comercios y grandes superficies, aunque fuera por unas horas y bajo presión, y el fracaso de no haber calado en los trabajadores el mensaje de los sindicatos, que pusieron colofón a la jornada con una manifestación que reunió a unas tres mil personas –tres cuartas partes de la convocatoria de las centrales sindicales CCOO y UGT, y el resto de la propuesta alternativa de CGT, CNT y Ustea–

En su particular lectura del desarrollo de la jornada, los sindicatos se mostraron tan satisfechos como orgullosos por el seguimiento de la huelga general, que cifraron en el 85%, y la respuesta de la ciudadanía a la manifestación, “el broche final de un buen trabajo que nos ha permitido rebasar las previsiones iniciales, que estaban en el 65 o 70%”, manifestó José Manuel Trillo, secretario local de CCOO.

Trillo y su homólogo en UGT, Pedro Alemán, lamentaron, no obstante, que los pequeños comerciantes agrupados en Acoje y Asunico dieran la espalda a la convocatoria, revés que, en su opinión, hizo perder tiempo a los piquetes en el centro y que les impidió llegar a alguna zona, en particular a una gran superficie de la parte norte.

Los responsables sindicales se defendieron de las críticas a la actuación de los piquetes, que según Tillo, es inversamente proporcional a “la coacción que ejercen los empresarios”. “El derecho a la huelga está por encima del derecho al trabajo, así lo recoge la Constitución y así lo llevamos a la práctica”, prosiguió Trillo, quien en su valoración de la jornada subrayó que los que querían el fracaso de la huelga, con muchos incidentes y sangre, se han llevado un chasco, porque en Jerez no hay ningún herido, ningún detenido, ni ningún sancionado, y sólo hay seis a los que la Policía les ha pedido que se identifiquen”. Frente al “comportamiento ejemplar”  de los sindicalistas, Pedro Alemán y el secretario provincial de CCOO, Manuel Ruiz, reprocharon el acoso de las Fuerzas de Seguridad, no exento de “provocaciones”.

A partir de ahora, los sindicatos tratarán de forzar la retirada de la reforma laboral y, a través del diálogo, buscar una salida a la crisis sin recortes de los derechos de los trabajadores, que es lo que plantea el Gobierno”, dijo Ruiz, quien apostilló  que “el éxito de hoy lo tenemos que rentabilizar mañana”.