Dos largos meses sin Jesús
La familia de Jesús García Badillo afronta, con preocupación aunque con esperanzas de que vuelva, su desaparición hace más de 60 días · Salió de su casa con la cartilla del banco, pero no ha sacado un céntimo
El pasado día 4 se cumplieron dos meses de la desaparición de Jesús García Badillo. En estos más de 60 días, su familia se ha movilizado por toda la provincia y ha minado de carteles otras como Málaga y Sevilla. También han salido en la televisión a recomendación de la Policía -aunque, eso sí, menos de lo que les hubiera gustado, porque critican que en algunas no llegan a cogerles el teléfono-- y a las preocupaciones propias por desconocer el paradero de Jesús, se le une el que sufre trastorno bipolar y no saben si estará tomando su medicación.
Su familia nos recibe en su domicilio, en la calle Racimo, en el Polígono de San Benito. Su madre Aurora recuerda la última conversación que mantuvo con él. "Fue un martes o un miércoles", comienza el relato. "Me dijo que se iba a ir a Sevilla para hacer unas pruebas para meterse en el ejército, porque se estaba preparando. Yo le dije que anda ya, que cómo se iba a meter en el ejército. Al ratito volvió y me dijo que las pruebas las iba a hacer en Madrid, y después, al otro rato, me dice que no, que las pruebas las iba a hacer en Francia. Y le dije: Jesús, ¿qué vas a hacer tú en Francia?" Aurora, conociendo los 'shocks' de su hijo, propios de su enfermedad, señala que "no le tomé importancia ninguna, porque si se iba, como mucho se iría a Sevilla, y de Sevilla vuelve".
Así, tras esta conversación, se acostaron ambos. Al día siguiente fue a hacer sus compras como todos los días. Cuando salió de casa, Jesús todavía dormía, porque "se suele levantar sobre las 10 y media o las 11" . Cuando volvió, "a eso de las 11 y media o las 12 menos cuarto" ya no estaba.
Aurora relata que "se fue con lo puesto", porque Jesús solía dormir con ropa de calle. Aquella noche usó ropa deportiva, unas calzonas y una sudadera negra. Su madre también se percató que se había llevado una bolsa verde "con un chorro de calcetines". Además, se llevó su DNI así como la cartilla del banco. Sin embargo, todavía no ha sacado ni un sólo céntimo.
Eso es lo que preocupa, sobre todo, a su hermano Javi, ya que afirma que "mi hermano, todo lo que ganaba se lo gastaba, por eso es raro que no haya sacado nada".
Dos meses han dado para mucho. Han recibido muchas llamadas llegadas desde diferentes puntos de Andalucía después de que salieran en Canal Sur. Unas eran poco fiables, otras lo eran más. Así, a principios de agosto recibieron la noticia, por parte de un amigo de Jesús, de que podía estar en el pueblo malagueño de Ojén, donde hay una comunidad hippie, pero finalmente fue una falsa noticia. La semana pasada recibieron la llamada de una mujer que decía que lo había visto en Las Cabezas de San Juan. "Me dijo que lo habían visto con otros mendigos durmiendo en una tubería", señala Javi. "Yo le pregunté si estaba segura y me dijo que sí, así que fuimos para allá. Cuando llegamos, le preguntamos a otra mujer que, al ver la foto de mi hermano, ya le pareció que no iba a ser él. Cuando nos llevó a la tubería, resulta que el que decían que era mi hermano era un uruguayo. Le preguntamos si lo habían visto por allí y nos dijo que no, que allí sólo estaba él, dos musulmanes y otro más del pueblo".
Javi señala que, debido al trastorno bipolar que sufre su hermano, "sufre puntos relacionados con la religión y el ejército". Así, afirma que "iba mucho a la Iglesia y a la Cartuja, a escuchar la misa. Se quedaba sentado fuera, porque dentro nos dijeron las monjas que no dejan entrar a hombres. Otras veces se ponía a leer la Biblia y otras decía que estaba estudiando latín". Javi cree que "esto es un refugio que se ha buscado debido a las depresiones que tiene". De hecho, relata que el primer shock lo tuvo mientras trabajaba en una pastelería. "Decía que había visto que el demonio se llevaba a sus dos hijos, y fue a buscarlos al colegio para llevárselos", cuenta Javi.
Los hijos de Jesús viven actualmente con su madre, la ex mujer de Jesús, con la que se separó hace varios años. "Ellos ya se empiezan a dar cuenta que su padre ha desaparecido".
Para Javi, hay dos opciones. "O Jesús está por ahí lejos o se ha metido en una secta religiosa". Su madre, por contra, piensa que puede estar "en el campo, perdido, porque a él siempre le ha gustado la naturaleza". Otra cosa que tiene claro su hermano es "que no quiere volver aquí, porque antes de desaparecer le dijo a mi hermano que ya llegaba la hora para que él se fuera, que estaba harto del Polígono".
Hasta a videntes han tenido que recurrir para intentar saber algo de Jesús. "Eso lo hizo uno de mis hermanos, porque yo no confío en esas cosas. Le dijo que volvería, pero que ahora estaba metido en temas de droga, pero yo no me creo eso, porque mi hermano es muy sano, muy deportista", señala Javi.
Lo que tiene claro su familia es que Jesús sigue vivo, no pierden esa esperanza, por mucho que también reconozcan que es muy posible que no esté tomando sus medicamentos ya que "hay que estar detrás suya para que se las tome". La esperanza es lo último que quieren perder.
Jesús García Badillo desapareció en Jerez, en la calle Racimo el pasado 4 de julio. Mide 1,75 metros, es de complexión fuerte y tiene el pelo y tez morena además de dos tatuajes en el pecho con los nombres Jesús-Alejandro. En el momento de su desaparición llevaba ropa deportiva de color negro. Si tienen cualquier pista sobre su desaparición, la familia ha facilitado dos teléfonos. El 635 550 741 y el 675 417 055.
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