La efímera alerta amarilla de apenas 12 horas que se decretó ayer en Jerez trajo fuertes lluvias en la madrugada del domingo al lunes y otras más débiles y esporádicas durante toda la jornada, que dejaron, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) 15 litros por metro cuadrado en una hora y hasta 40 litros acumulados en esas 12 horas.

A pesar de las precipitaciones de ayer, el río Guadalete ha sufrido un descenso considerable, pasándose de los 6,53 metros de hace unos días -su nivel máximo- a los 4,85 metros que se registraban ayer. Esto se hacía visible en zonas como Zarandilla, en Las Pachecas, donde el enorme lago que existía ha dado paso a un extenso terreno donde el lodo lo ocupa prácticamente todo.

Pero, además de barro, el agua ha dejado también considerables desperfectos en las carreteras de acceso a esta barriada rural. Así, el tramo de la vía de servicio que la une con la autovía se ha desplazado por la fuerza de la corriente, destrozando el asfalto y dejándola, por tanto, inutilizada. De hecho, técnicos de Conservación de Carreteras de la Junta de Andalucía tomaban ayer buena nota de estos y otros desperfectos sufridos en las carreteras de la zona.

Sobre esta vía también se hacía eco el Partido Popular, que exigía ayer en un comunicado su "limpieza urgente". La formación subraya que la vía de servicio de la A-381 es "competencia de la Junta de Andalucía", por lo que solicita al Ayuntamiento "que inste a la Administración autonómica a llevar a cabo los trabajos de acondicionamiento". Los populares aseguran que "es preciso limpiar las cunetas y sacar el lodo para evitar que, de producirse nuevas lluvias, se vuelva a inundar el acceso, que muestra utensilios y basura arrastrados por el agua".

Además, señalan que María José García Pelayo, presidenta del PP de Jerez y portavoz municipal, "ha podido comprobar la situación personalmente y ha acudido a diario a la zona, pese a que la alcaldesa, Pilar Sánchez, no aparece por Las Pachecas desde el pasado 26 de diciembre".

Tras la bajada del nivel del agua llega la hora de la limpieza. En el restaurante Los Cartujanos, junto a la A-381, el trabajo era arduo para quitar el fango acumulado. Los salones, la cocina...Todo está patas arriba ya que el agua llegó a alcanzar dentro del restaurante el metro largo de altura.

En la Greduela, por su parte, pasaron la noche "escuchando llover", comenta María Tejero. Afortunadamente, las fuertes precipitaciones solamente metieron el miedo en el cuerpo a los vecinos, ya que el Guadalete siguió bajando su nivel. Aquí, los motores que desde el pasado 24 de diciembre no dejaron ni un minuto de extraer agua ya dejaron de funcionar el sábado. Así y todo, los vecinos no olvidarán nunca la Nochevieja de 2009. "Lo pasamos muy mal. Hicimos varios turnos y algunos tuvieron que oír por la radio las campanadas acompañados de sus parejas", señala Tejero.

Los trabajos de limpieza en las casas afectadas comenzaron ya este fin de semana, aprovechando la tregua que dio el cielo, pero varios vecinos aún no se atreven a dormir en sus domicilios.

En La Ina pasa tres cuartos de lo mismo. En esta barriada "la cosa está tranquila", como indica su delegada de alcaldía, Mónica Castellet, pero los vecinos afectados aún no han regresado a sus domicilios.

Para el día de hoy baja en un 20% la posibilidad de lluvia, pero no se prevén precipitaciones de importancia ni tampoco alertas meteorológicas. Además, la situación en las carreteras también ha mejorado. Así, se ha abierto la carretera de la Ina (CA-3110), excepto en la entrada desde la A-381, donde los accesos siguen siendo complicados. Durante el día de ayer también permanecieron cortados parcialmente en ambos sentidos la CA-3113 (Puerto Real-La Ina) y la CA-4107, que enlaza Torrecera y Paterna.