La vendimia entra en la recta final y la caída de cosecha se limita al 5%
Marco de Jerez
La campaña toca a su fin con 52,7 millones de kilos del total de 55 previstos
La cooperativa de Jerez cierra con apenas un 1,2% de merma
Viticultores y bodegas respiran aliviados ante el próximo final de la vendimia más complicada del Marco de Jerez, no exenta de riesgos por la amenaza del coronavirus. La mayoría de los treinta lagares inscritos esta campaña han puesto ya fin a las labores de molturación de la uva, todo un reto por las medidas excepcionales para la prevención de la pandemia y las condiciones meteorológicas que han provocado grandes variaciones en el ciclo de maduración de la vid.
De hecho, lo que en un principio apuntaba a un aumento de producción de al menos el 10%, pues hay quien se iba en sus previsiones al 15 y hasta al 20% de incremento, al final se ha transformado en una caída media de en torno el 5%, con picos eso sí del 20% en las zonas con mayor incidencia de enfermedades y hongos.
Según el último parte de vendimia, a fecha de 31 de agosto se habían recolectado cerca de 52,7 millones de kilos sobre el total de algo menos de 55 millones de kilos al que apunta la última previsión de cosecha, facilitada ayer por el Consejo Regulador. Una campaña corta, como la del año anterior que finalizó con 57,3 millones de kilos, y escasa también de grado, ya que la media en el Marco a falta de las últimas entregas apenas alcanza los 11,13 baumé.
El término municipal de Jerez, donde se da ya por terminada la vendimia, concentra la mayoría de la producción con 35,5 millones de kilos molturados, seguido muy de lejos por Sanlúcar y sus cerca de 7 millones de kilos, y Trebujena, donde hace una semana que completaron la campaña con algo menos de 6,2 millones de kilos.
El descenso de producción del 8% de Trebujena contrasta con el de poco más de un 1% registrado en la cooperativa de Jerez (Covijerez), que también ha puesto fin a la campaña con 10,7 millones de kilos molturados en una cosecha que su presidente, Salvador Espinosa, califica de “bastante sana” frente a los problemas de pudrición registrados en pagos costeros como los de Sanlúcar, Chipiona y Chiclana, donde la vendimia se prolongará unos días más, puede que hasta principios de la próxima semana.
A juicio de Espinosa, “la uva del interior ha estado este año más protegida, pero también se nota la buena mano de los viticultores”, pues cabe recordar que cerca del 70% de la cosecha que se entrega en la cooperativa jerezana se corta a mano frente al poco más del 30% que representa la vendimia mecanizada.
Sin embargo, el sistema de las cosechadoras mecánicas también selecciona la uva, dejando el campo los granos afectados por pudrición, lo que repercute en una mayor calidad de los mostos, indican desde el Consejo, no sin subrayar la ausencia hasta la fecha de contagios por coronavirus, extremo que destaca igualmente el presidente de Covijerez, quien admite que antes del inicio de la campaña había cierto medio por lo insólito de la situación.
En el caso de la cooperativa, Espinosa recalca los buenos resultados de las medidas de protección, entre las que destacan el uso obligatorio de mascarillas y la desinfección de las guías y muestras de uva con ozono, así como las recomendaciones al personal del lagar para que evitaran el contacto directo con viticultores y personas ajenas que accedieran a sus instalaciones, así como su exposición fuera del horario de trabajo.
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