"El melanoma es la bestia negra de los dermatólogos"
Juan Ricardo Ruiz-Henestrosa Faiña. Dermatólogo
El especialista señala que "la piel roja puede traer peores consecuencias que una exposición crónica". El cáncer de piel, el noveno más común.
El cáncer de piel se ha convertido en el noveno cáncer más común en Europa. Desde 2011, el melanoma ha aumentado un 38% en España y cada año se diagnostican 200.000 nuevos casos en el mundo. Aunque el culto al bronceado sigue siendo para muchas personas imprescindible, la ciudadanía se ha ido concienciando sobre los efectos dañinos del sol tomado en exceso. El doctor Juan Ricardo Ruiz-Henestrosa Faiña habla del caballo de batalla de los dermatólogos: el cáncer del piel.
-Siempre se ha dicho que el sol aporta beneficios a la salud por la vitamina D.
-Lo de la vitamina D es uno de los mitos a la hora de tomar el sol. Realmente la síntesis de la vitamina D se consigue exponiendo una pequeña superficie corporal al sol, aproximadamente unos cinco centímetros cuadrados, y sólo durante unos cinco o diez minutos. Si la excusa para tomar el sol es la vitamina, diría que no, que no es necesario.
-¿Qué bronceado es saludable?
-El caballo de batalla que tenemos los dermatólogos, desde el punto de vista médico, es el cáncer cutáneo. Es el que más ha aumentado, llegando hasta cuatro veces más que otros tipos. Así que para hablar de bronceado hay que matizar, porque si eso conlleva ponerse al sol de manera abusiva, no es saludable. Si quieren broncearse, que sea muy ligero.
-¿Cuáles son los tipos de cáncer de piel que existen?
-Tenemos dos tipos fundamentalmente, el que se provoca con la quemadura solar y el que aparece por una exposición solar crónica. El cáncer de piel más común, en esta zona del sur, es el basocelular y viene provocado por recibir mucha cantidad de radiación lumínica. También está el melanoma, que es la bestia negra de los dermatólogos porque es un cáncer que da metástasis, puede matar y además hacerlo rápido. Para el melanoma no hace falta exponerse mucho. Con que se exponga una vez y se queme, es capaz de crearlo. Esa piel roja puede traer peores consecuencias que una exposición crónica.
-¿Cuáles son las zonas frecuentes en las que aparecen?
- La piel es como una pared, con sus ladrillos y su pintura. Hay unas células que le dan la consistencia a la piel y otras que le dan el color, y las dos pueden dañarse con el sol. Las células que hacen la función de ladrillo necesitan una mayor cantidad de radiación solar para transformarse en un cáncer (el epitelioma), y va a incidir en zonas que suelen estar descubiertas, fundamentalmente la cara. En cambio el melanoma, que deriva de la célula que da color, se altera con la quemadura solar en zonas en las que habitualmente llevamos cubiertas, como la espalda en los hombres, y en las piernas las mujeres.
-¿Qué signos se pueden tener en cuenta para acudir lo antes posible al médico?
-El epitelioma se va a detectar por una rugosidad, una herida que no cierra, una pequeña úlcera, una costra. El melanoma se ve como una mancha que va creciendo o un lunar que de pronto cambia. Nosotros decimos que tenemos los cinco signos para ver el cambio en el lunar: 'A', de asimetría. Si lo divides en cuatro y las partes no son iguales; 'B', de borde. Pueden estar difuminados; 'C', del color. Cuando empiezan a aparecer más de dos colores o tonos extraños como rojo, blanco, azulado, violeta...; la 'D', de diámetro, es peligroso cuando supera el diámetro del tapón de un boli bic; y la 'E' de espesor, cuando crece más por un lado que por otro. Si aparecen los cinco signos es claro, pero simplemente con que aparezca uno, y fundamentalmente si aparece el cambio de color, es relevante. Hay otro signo, el del 'patito feo', que es cuando hay muchas lesiones iguales y de pronto aparece una diferente.
-¿Qué precauciones se pueden seguir para prevenirlo?
-Tenía un profesor que decía, y perdóname el ejemplo, que a las dos de la tarde el único animal que está a pleno sol es el hombre. Así que la principal es evitar exponerse en horas claves. Y aunque sea engorroso, hay que ponerse la protección alrededor de media hora antes de la exposición al sol.
-¿Recomienda usar protectores durante todo el año?
-Cuando hablamos de verano, no hablamos de verano cronológico, porque aquí tenemos la radiación lumínica desde el mes de abril hasta bien entrado octubre. Por lo tanto, esa protección solar hay que extenderla, al menos, a primavera y otoño. Por otra parte, hay que decir que el protector solar es parte de la protección, pero no es la más importante. De hecho, no todo el mundo la utiliza bien.
-¿Cómo se debe utilizar?
-Paradójicamente, en estudios americanos se ha visto que las personas que utilizaban protección tenían más índice de cáncer de piel que las que no lo usaban. ¿Por qué? Porque el que lo usa cree que está protegido y tiene una mayor exposición solar. Y el que no se pone protector, sí que utiliza sombrero, la camiseta, se sienta bajo la sombrilla, busca la sombra...
-Hay quien piensa que darse sesiones en cabinas de bronceado prepara la piel.
-La Organización Mundial de la Salud considera las cabinas de bronceado como un elemento cancerígeno. Las camas de radiación ultravioleta A es una radiación que también es cancerígena, aunque no provoca quemadura. Cuando viene un paciente con una lesión siempre le preguntamos si ha recibido sesiones, porque si ha recibido más de diez, se cruza la barrera y salta la alarma.
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