El dueño del mesón Toro decide cerrar hasta tener la licencia
El hostelero asegura que perderá "casi 20.000 euros" durante las dos semanas que tendrá cerrado su negocio a la espera del informe favorable de la Junta
"Al no poder tener abierta la terraza, me supone lo mismo tener el negocio abierto o cerrado, porque en la época que estamos, la mayoría de ingresos vienen de los clientes que se sientan en ella", declara Francisco Toro, dueño del mesón del mismo nombre de la calle Porvera, quien asegura que desde el viernes, día en el que la Policía Local procedió a la retirada de la terraza, "las ventas han bajado un 90%". La decisión de Francisco, que ha tenido que tomar "casi obligado", afecta a otras tres familias, la de los empleados que ha tenido que dejar sin trabajo al menos hasta que obtenga la licencia.
La aprobación de la apertura del negocio de este hostelero está a expensas de la llegada de un informe de la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, ya que su negocio colinda con la muralla almohade de la ciudad. Este informe, según cuenta Francisco, llegará como muy pronto "a finales de la semana que viene", lo que supone que tenga cerrado su mesón "entre 15 días y un mes, con lo que ello me supone, pues en esta época se hacen entre 1.200 y 1.400 euros de caja diarios, o sea, que perderé unos 20.000 euros".
Estas dos semanas de cierre se justifican porque la comisión encargada de dar el visto a la apertura del negocio de Francisco se reúne este viernes, por lo que hasta mediados de la semana que viene no llegará la resolución de dicha reunión al Ayuntamiento de la ciudad, vaticina el hostelero.
Este informe es el 'culpable' de que Francisco, un año después de la solicitud de licencia de apertura y veladores -la tramitó el 5 de julio de 2011-, siga sin tener toda la documentación en regla, ya que su negocio afecta a la muralla de la ciudad, por lo que necesita el visto bueno de la Junta para su apertura.
Al haber estado abierto durante todo este tiempo sin la pertinente licencia, el Ayuntamiento le abrió sendos expedientes sancionadores a Francisco por carecer de las autorizaciones de apertura y veladores, irregularidad de la que el propietario del mesón era consciente, pero "no tenía más remedio que abrir, porque si no ya me dirá usted cómo pago los 1.500 euros de alquiler mientras espero la licencia".
Francisco llegó incluso a acusar al Ayuntamiento de "mentir" cuando "anunció a bombo y platillo la puesta en marcha de las licencias exprés". El Consistorio salió al paso asegurando que "el decreto-ley 19/2012, de 25 de mayo, de medidas urgentes de liberalización del comercio y de determinados servicios no contempla las actividades de bar con cocina".
El Ayuntamiento también explicó en un informe remitido a este medio que del año de espera, cinco meses y medio se corresponden al retraso en la entrega de documentación por parte de Francisco Toro, ya que "si se hubiese actuado con diligencia por parte del solicitante hubiesen permitido regularizar la actividad antes de que estos expedientes culminen". El propietario del mesón Toro considera que "esto es mentira", pues "en julio del año pasado ya tenía toda la documentación entregada". Otros cuatro meses de este retraso se deben, según el Consistorio, a la demora de la Junta en la remisión del informe favorable que permitiera la concesión definitiva de la licencia.
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