La agricultura, como en la crisis económica de 2008, vuelve a ser un sector refugio para los parados de otras actividades productivas azotadas por el coronavirus. En su condición de actividad esencial, el campo no para y la producción de alimentos para garantizar el abastecimiento de la población durante el confinamiento requiere mucha mano de obra, entre 100.000 y 150.000 eventuales según los cálculos de Asaja.

Para canalizar la demanda de empleo hacia los empresarios que buscan mano de obra para las campañas de recolección, la organización agraria puso en marcha el pasado 8 de abril una bolsa de trabajo, en la que hasta la fecha se han inscrito ya cerca de 5.000 parados de la provincia –hace poco más de una semana los demandantes rondaban los 1.500–.

La provincia, con 4.971 demandantes inscritos, figura como la octava del país con mayor número de solicitudes. El ranking nacional lo encabeza Madrid con más de 10.200, seguida de Alicante, Sevilla y Málaga, todas ellas por encima de las 8.000 demandas de empleo.

La mayoría de los demandantes trabajaron con anterioridad en la hostelería y el turismo, en concreto 1.224 que representan uno de cada cuatro (24,6%) en el caso de la provincia, donde la vinculación de los parados a estos sectores es mucho más acusada que en el ámbito nacional (19%).

La procedencia sectorial es muy dispar, si bien la agricultura destaca como segunda actividad de origen de los parados interesados en trabajar en el campo en la provincia (769 demandantes y el 15,3%), como del país (18%).

Más de la mitad de los demandantes tienen experiencia previa en el sector agropecuario

Construcción y comercio cuentan con más de 300 parados, cada una, en la bolsa de trabajo provincial del campo, donde representan el 6,7% y el 6,6%, respectivamente, mientras que los llegados de la industria ascienden a 214 (4,3%).

Llama la atención que más de la mitad de los demandantes, en concreto el 55%, asegura tener experiencia previa en el sector agropecuario.

Dentro de las preferencias, la campaña de la fruta de hueso es la opción más marcada, con algo más de un millar de interesados, por delante de las hortícolas, el espárrago, los cítricos y los frutos rojos, si bien la mayoría de los demandantes (3.024 que equivalen a algo más del 60%), prefiere no moverse de la provincia, donde prácticamente está cubierta la demanda de mano de obra.

Sin embargo, las restricciones de movimiento por el estado de alarma impiden a estos demandantes trasladarse a las zonas que concentran la oferta, motivo por el que el presidente de Asaja-Cádiz, Pedro Gallardo, insiste en pedir a la Junta de Andalucía que levante esta limitación, toda vez que recuerda que el Gobierno central permite compatibilizar hasta el 30 de junio el subsidio por desempleo con el trabajo eventual.

En Castilla-La Mancha y en Aragón sí están permitidos estos desplazamientos, señala Gallardo, quien recuerda que en la provincia únicamente está autorizado acudir a trabajar entre municipios limítrofes, no así a poblaciones de Sevilla, Huelva, Málaga y Almería, donde se concentran las necesidades de mano de obra en Andalucía.

Según los datos aportados por los demandantes en su inscripción, 1.647 (33,7%) no tendrían ningún problema para moverse a cualquier destino en el que haya trabajo, mientras que las personas que están dispuestas a trasladarse a Sevilla y Huelva rondan la treintena, en cada caso, y la veintena, si el destino es Málaga.

En España, más del 37% aceptaría el trabajo en cualquier provincia, entre ellas en la de Cádiz, que ocupa la octava posición en este apartado como destino prioritario de 3.060 solicitantes y el 3,12% del total.

Sevilla es la provincia preferida entre el conjunto de demandantes de todo el territorio nacional, con 5.599 solicitantes y el 5,7% del total, seguida de Alicante (5.543 y el 5,65%).